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7:41 am

El sonido del celular de Armando despertó al pelirrojo.

Yun poco a poco fue abriendo los ojos, mientras sentía los brazos de Armandolo rodeándole y abrazándole.

sobo levemente sus ojos para ubicarse, el tono del celular paro de sonar.

Yun se giro, teniendo a Armando cara a cara; el pelinegro estaba dormido, sus hermosas pestañas y su blanca piel lo hacían ver precioso.

Su mirada bajo a los labios, se acerco un poco y le dio un casto beso.

Armando se removió un poco abrazándolo con un poco más de fuerza y apegandolo más a él

—Almando, me aplastah— dijo levemente quien tomaba los brazos de armando y trabaja de quitarlos

—mmm— se quejo Armando sin hacerle mucho caso

—Me ehtas apletando—

Armando abrio sus ojos poco a poco para ver a Yun, dejo de abrazarlo

Yun se estiro un poco pero paro cuando sintio el predominante dolor en su parte trasera —Ay pol dio—

—¿Estas bien?— pregunto Armando con una voz ronca y adormilada

Yun asintio —es algo solpoltable—

Armando se sento en la cama, froto un poco su cara tratando de despertarse correctamente.

Yun pudo apreciar la roja y rasguñada espalda del pelinegro, por un segundo se sintió un poco mal dejarlo así, además de la mordida que tenía Armando en el cuello y numerosos chupetones, le hacían ver algunas marcas moradas.

—¿Te quedas a desayunar?— pregunto Armando

—si, mientlas no quemes la cocina—

Armando río levemente —no soy tu, cabron—

Yun sonrió un poco

Antes de ir a la cocina, se metieron juntos a bañarse. Entre cortos besos  terminaron de ducharse. Yun tomó unas ropas de Armando y a pesar de que le quedaban algo largas no le importó y se la puso.

Estaban ahora en la cocina, Armando preparaba un rápido desayuno para los dos en lo que Yun estaba sentado en la barra de la mesa checando unas cosas de su móvil.

—¿Como te sientes?— pregunto Armando

—Nolmah ¿a que te lefieles?—

—No haz hablado mucho desde que despertaste—

Yun se encogió de hombros algo incómodo —Ya— dijo un tanto cortante. Y la verdad es que efectivamente Yun no hablaba tanto como siempre lo hacía, pero no quería que Armando llegara a la pregunta. No sabría como reaccionar pues no sabía si quería algo serio o pasajero.

Armando no pregunto más, no quería hacerlo enojar.

Desayunaron tranquilamente, mientras cambiaban la conversación a temas más monótonos

Terminaron, se pusieron de pie y Armando se dedicó a lavar los platos en lo que Yun iba a la habitación y buscaba su ropa para meterla en la mochila. Se puso su pantalón únicamente, llevaba una camisa de Armando, se colocó sus calcetines y tenis.

Yun suspiró, regreso a donde estaba Armando para despedirse

—¿Ya te vas?—

Yun asintió —Nos vemos en la talde o mañana—

Armando seco sus manos, se acercó a Yun y le dio un beso corto en los labios.

—Nos vemoh Almando—

Armando asintió y sonrió

Le acompaño a la puerta y nuevamente se dieron un beso de despedida, Yun partió rumbo a su habitación.

Su mente era ahora un puto caos, por que en primer lugar presentía que todos esos sentimientos de Armando hacia él eran reales y seguros, mientras que el no sabía ni qué pollas sentir. No era la clase de personas con relaciones serias, pero tampoco lo quería lastimar después de darle esperanzas.

Pero eso era algo que no me importaba

¿O si?

Después de todo, las personas siempre vienen y se van.

YUNANDO UNIVERSITY-AUOù les histoires vivent. Découvrez maintenant