11.

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• Marcas y fotos •

– yo también te amo. – Chittaphon susurró y cerró sus ojos al sonreír amplio por haberlo dicho.

La cena llegó y se sentaron bien en la sala para poder comer tranquilamente, John sirvió la bebida que también pidió y empezaron a cenar hablando de diferentes temas que los mantenían entretenidos en todo momento. Lavaron juntos los cubiertos que ocuparon y John se encargó de tirar a la basura los desechos, se sentaron nuevamente en el patio con el estómago a punto de estallar después de comer tanto, miraban las estrellas y hablaban de lo que tendrían que enfrentar después de volver a casa.

– mejor decidamos todo esto luego. – John pidió, acariciando la espalda del cuerpo más pequeño. – disfrutemos ésta semana juntos y dejemos que el tiempo nos ayude con los problemas.

Chittaphon asintió completamente de acuerdo con lo que decía, relajándose de nuevo para disfrutar el tiempo que estarían juntos ahí, una vez más estaban abrazados, la cabeza de John se recargaba por la del menor que estaba en su hombro desde hace un rato. Sus manos estaban entrelazadas y se mantuvieron así hasta que decidieron levantarse de nuevo, entraron a la casa, John apagó las luces y fueron hacia el cuarto sentándose en la cama.

– ¿quieres una manta? – John preguntó abriendo el armario luego de ver al menor acomodando la cama.

– una estará bien. – asintió el tailandés y recibió la manta entre sus brazos extendiéndola en la cama.

John encontró cepillos de dientes nuevos en el baño así que pudieron lavarse cómodamente los dientes antes de ir a recostarse, estuvieron hablando por mucho tiempo al estar en la cama otra vez abrazados, se besaban con ganas de vez en cuando, es decir, cada que por accidente sus ojos se miraban fijamente por más de cinco segundos, se sentían demasiado cómodos al estar tan cerca de nuevo, no querían que eso dejara de serles normal tan rápido como antes y obviamente aprovecharían esos días lo más que pudieran, recuperarían por completo su amor sin dudarlo.

Cuando ya era de mañana John fue el primero en despertar, miró hacia su costado luego de sentarse y sonrió levemente al ver la espalda desnuda de su pequeño, no hace falta dar detalles del porqué sus ropas ya no estaban tapando su cuerpo, pero John recordaba todo tan exactamente que no podría dejar de sonreír en todo el día, acarició su piel suavemente y lo tapó bien con la manta mientras se levantaba, agarró su toalla y otra ropa para poder ducharse, haciéndolo rápido luego de recorrer con sus dedos lentamente las marcas que el menor había dejado en su pecho y su cuello, intentando no emocionarse al recordarlo, salió ya vestido yendo hacia la cocina con su celular en la mano, agarró su billetera y salió de la casa para ir a buscar lo que podrían desayunar y luego almorzar, compró frutas y verduras, un par de bebidas y también carne para poder ingeniarse al medio día. Regresó a la casa y se preparó una ensalada de frutas, preparando sus bromas para cuando el tailandés despertara.

Entró al cuarto y lo vió todavía dormido, sonrió y agarró su celular sacándole un par de fotos, se vería muy bien en su nuevo proyecto, destapó un poco su espalda nuevamente, sacando fotos un poco más elaboradas al tratarse del hermoso cuerpo de su amado, su piel era adornada con ligeras marcas rojizas que el mismo había dejado en la madrugada, estaba algo sorprendido al notar que sus manos también se habían quedado marcadas en su cintura, se sentía algo triste al pensar que le hizo daño, pero obviamente todos esos pensamientos se disipaban cuando recordaba lo que había sentido al tenerlo después de tanto tiempo. Volvió a salir del cuarto para seguir comiendo sus frutas mientras miraba la caricatura favorita de Jaemin en la televisión.

– buenos días. – escuchó la adormilada voz de Chittaphon desde el pasillo y giró hacia ahí sonriendo al verlo caminar hacia el, otra vez sólo con su ropa interior y una camiseta suya, todavía no se había bañado.

– buenos días, ¿pudiste descansar? – John preguntó sonriendo y maliciosamente agarró su tazón de ensalada de frutas entregándoselo.

Chittaphon con sueño se comería hasta la cuchara, pero logró darse cuenta de lo que estaba por llevar a su boca al olfatear un poco, sus ojos se abrieron grande y rápidamente dejaron de estar sorprendidos a enojados, dejó el tazón y empezó a perseguirlo por toda la sala hasta que no pudo más, escuchando carcajadas del payaso americano.

– hubiese sido increíble si lo comías. – John habló mientras reía y se recargaba en sus rodillas intentando recuperar aire y dejar de reír.

– esos monstruos dan miedo. – Chittaphon hizo un berrinche, tan parecido a Jaemin que daba miedo.

– ya ya, tranquilo bebé. – John le trató como si fuera uno de sus hijos y rió acercándose para abrazarlo, acariciando su cabello.

– tonto..– el tailandés suspiró dejándose abrazar parándose en sus puntitas para poder corresponder.

– si si, aún así me amas. – John se encogió en hombros y ambos rieron levemente.

Chittaphon encontró galletas en la cocina y comió junto a John quien seguía con sus frutas, ambos miraban la caricatura como si fuera lo más entretenido del mundo. El tailandés se levantó después para poder ir a bañarse, sorprendiéndose al verse en el espejo, ¿marcas? ¿cómo era posible que sean tantas? se sentía avergonzado, pero no lo suficiente como para sentirse arrepentido, después de todo lo había disfrutado, se baño y vistió de la misma forma que antes pero ocupando sus pantalones, John los había puesto a lavar y por suerte se habían secado, se puso otra camiseta del ajeno y un poco de suave colonia. Salió hacia la sala de nuevo y notó que su celular se había quedado ahí, respondió mensajes de su madre y pronto tuvo que volver a dejar el aparato, John le había vuelto a hablar.

– ¿y si vamos a pasear antes de la hora del almuerzo? – John preguntó, acercándose a él.

– suena divertido. – Chittaphon asintió sonriendo y se levantó guardando su celular en su bolsillo.

Salieron de la casa con sus manos entrelazadas, caminando por la isla tranquilamente, bastante relajados con el cómodo clima y las lindas vistas que tenían justo frente a ambos.

– posa para mi. – John sonrió y sacó su celular para sacarle fotos a su hermoso bailarín, ampliando su sonrisa al ver lo cómodo que se notaba el menor frente a su cámara, desearía tener una de sus cámaras especiales para hacerle una sesión de fotos completa, como cuando todavía practicaba en su último año de universidad.

Continuaron su paseo, recordando cómo siempre momentos de su juventud en esos lugares, nunca se habían sentido tan completos, decidieron comer el almuerzo en un lugar de comida que encontraron, disfrutando cada delicia que preparaban en ese típico lugar coreano, estuvieron horas después caminando por ahí recuperando energías y estirando sus piernas mucho más de lo necesario, cuando regresaron a la casa el celular de Chittaphon empezó a sonar, una videollamada de su madre, atendió y sonrió al ver que era Jaemin.

– hola mi amor. – Chittaphon saludó mirando la pantalla, pero frunció el ceño al notar que la expresión de su bebé no era muy feliz.

– hola papi..quiero hablar contigo y con papá, ¿puedo hacerlo? – el niño preguntó y Chittaphon rápidamente asintió, llamando a John y sentándose en el comedor para poder apoyar el celular en un lugar.

– cuéntanos, pequeño. – John apoyo a su hijo sosteniendo al tailandés de la mano por debajo de la mesa.

– creo que..me gusta un chico.

WANT YOU BACK. |JohnTen|Where stories live. Discover now