Capítulo 06.

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Narra Justin.

Lyn estaba sentada en el sofá de casa de mis padres, con la cabeza apoyada en el hombro de Derek, mi hermano un año más pequeño que yo.

—La cena ya está lista.

Derek le dio un corto beso a Lyn en mis narices, provocando que casi vomitara frente ellos. Eran repulsivos.

Me senté en la mesa perfectamente colocada, con mi padre a mi derecha y Derek frente mío. Lyn se sentaría al lado de mi hermano y mamá a un lado de la mesa. Ella era quien ponía las normas en esa casa, mi padre solo obedecía.

Cuando ya estábamos todos sentados, cada uno se sirvió lo que quería en su plato.

La cocina siempre había sido la especialidad de mi madre. Hacía unos platos para chuparse los dedos y querer repetir hasta no quedar más en la olla.

—No sabéis cuando me alegro que sigáis juntos, cariño —se dirigió mi madre hacia Derek y Lyn.

—Yo también mamá, es lo mejor que he podido hacer nunca; conocerla.

Lyn sonrió, mostrando su dentadura perfectamente blanca y achinando sus precisos ojos azules. Era jodidamente preciosa, y tenía un cuerpo que te daban ganas de recorrer cada centímetro de él con las manos.

En definitiva era el tipo de chica que todo hombre deseaba poseer, pero ella era mujer de un solo hombre. Unos meses atrás intenté llevármela a la cama, pero se resistió tanto que me di por vencido.

Prefería estar con el pringado de mi hermano, que sólo vivía para trabajar y estar en casa. En eso no se parecía a mí.

—A ver sí aprendes de tu hermano, Justin —espetó mi padre, metiéndose un trozo de carne en la boca—. Nunca hemos conocido a una chica decente por tu parte. Todas son unas zorras.

—¿Es que nunca dejaréis de compararme con el idiota de Derek?

Tenían razón, pero estaba hasta los cojones de que me comparasen con él.

—¡Justin! —gritó mi madre, la cual no permitía que nos insultáramos entre nosotros—. ¡No hables así de Derek, es tu hermano!

—Y yo soy tu hijo, joder. Estoy harto de que digáis papá y tú que soy una mierda al lado de Derek —estallé, con ambas manos formando un par de puños, controlándome para no romper lo primero que viera sobre la mesa—. Y para vuestra información, llevo mucho tiempo saliendo con una chica.

—¿Mucho tiempo con una misma chica? ¿Tú? ¿Justin Bieber? —rió Derek—. No mientas Jus, ¿a quién quieres engañar?

—Os estoy hablando seriamente. Llevo dos meses con ella, se llama Lexie.

—¿Y por qué nunca la has traído a casa, cariño? —habló esta vez mi madre—. Lyn ha venido millones de veces con tu hermano, en cambio tú no has traído nunca a esa tal Lexie.

—No la he traído porque sé como sois y como la trataréis. Ella no es una perra como todas las demás. Es diferente —mentí, ya que no sabía nada de ella. Quizá sí que era una zorra como todas y yo no lo sabía, aunque no parecía ser ese su estilo—. Cuando queráis os la presento.

—Estupendo —habló mi padre—. Estoy deseando conocer a tu novia, Justin.

—No eres el único, papá.

Fulminé a Derek con la mirada, advirtiéndole que como no se callase, le rompería la cara sin importar que llevásemos la misma sangre corriendo por las venas.

—Pasado mañana podemos organizar una cena familiar —dijo mamá—. Podemos cenar los seis juntos. Derek y Lyn, tú y Lexie, y papá y yo. ¿Qué os parece?

Blackmailer ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora