Capítulo 28.

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C A P Í T U L O   2 8

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C A P Í T U L O 2 8

A la mañana siguiente intenté darme prisa en ducharme y vestirme. Cuando bajé a desayunar no quería que Cedric dijera nada como lo que escuché la noche pasada, así que cogí el almuerzo, me metí un cruasán en la boca y con la mochila en el hombro estuve dispuesta a marcharme a clase. Cuando tenía la mano colocada sobre el pomo de la puerta escuché su voz a mi espalda.

—¿Te ibas a ir sin darme los buenos días?

—¿Después de lo de anoche? Por supuesto —giré el pomo y logré abrir la puerta, pero la mano de Cedric la cerró detrás de mí.

—Lo siento, Lex.

—Lexie.

—Pues lo siento, Lexie.

—Así mejor —aparté el cuerpo de Cedric del mío y salí de casa, pero no sin antes decirle algo—. Y procura que esos amigos tuyos no vuelvan por aquí. Ah, y tienes suerte que no te eche de casa.

Cedric asintió resacoso y salí de casa para después cerrar la puerta con fuerza. No sabía cómo era capaz de meterme en tatos líos tan seguido. Suspiré y empecé mi camino hacia clase. Cuando estaba llegando recibí un mensaje de Justin que decía:

¿Qué te parece cine + cena?

Sonreí al momento y le contesté con otro mensaje diciéndole que me parecía perfecto.

.

Durante ese día no vi a Justin en ninguna clase. No le di mucha importancia porque había estado nerviosa por el examen que había tenido a última hora de historia. Era realmente pésima en historia y las probabilidades de aprobar eran nulas.

Al salir de clase me fui directa a casa de Justin antes de pasar por la mía porque uno, estaba Cedric y no tenía ganas de verle y, dos, estaba mal anímicamente y me apetecía ver esos ojos marrones. En cuanto llegué a su casa toqué al timbre y un minuto después por la puerta apareció un Justin totalmente adormilado.

—¿Lex?

—¿Estabas durmiendo?

—Bueno, lo estaba —se rascó la nuca y soltó una risita tímida—. ¿Ha pasado algo?

Negué con la cabeza y me acerqué a él para darle un beso rápido. Entré dentro de su apartamento y vi la manta que había en el sofá echa una bola. Me senté y Justin se sentó delante de mí, sobre la mesita de cristal.

—Hey... —me acarició la cara e intentó mirarme a los ojos—. ¿Qué te pasa?

—Me ha ido fatal el examen de historia.

—Mierda, el examen de historia —se pasó la mano por la cara y sacudió la cabeza. Suspiró y fijó su mirada en mi de nuevo—. Bueno, no pasa nada. Estoy seguro de que apruebas, siempre lo haces. Eres la mejor en todo.

Blackmailer ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora