xi. Ballerina

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 "Dios es un artista, que te mostró al mundo

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"Dios es un artista, que te mostró al mundo.
Una obra maestra del movimiento, cada día más hermosa.
Dame tu amor y te daré el mío.
Tú eres la razón por la que les digo a mis amigos que estoy ocupado esta noche.
¿Cuál es el punto de dormir si no es contigo ?"

Un silencio cómodo envolvía a la chica y al fantasma mientras volvían a casa de la chica

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Un silencio cómodo envolvía a la chica y al fantasma mientras volvían a casa de la chica. Cada uno iba enfrascado en sus pensamientos, en esos instantes en la playa y en especial en ese sencillo beso. Sólo había sido un ligero contacto, no más que los besos que se dan los niños de pequeños cuando han creído encontrar el primer amor. No era ni de lejos el primer beso de ninguno de ellos. Daniela había besado a Benny muchas veces, y a Taylor también, a chicos y a chicas. Mientras que Reggie antes de morir había tenido un par de novias también. Sin emabrgo ninguno podía evitar pensar que este simple beso, no se parecía a ningún otro que hubieran dado antes, este era especial.


-¿Vas a quedarte esta noche?.- preguntó la chica sujetando las llaves de su casa con la mano derecha intentando hallar la cerradura.

-Me encantaría, de verdad.- Dijo el chico sonrojándose.- Pero Luke ha tenido un día difícil y, creo que me necesita. A mi y a Alex.- terminó rascándose la nuca.

-No te preocupes, lo entiendo.- una sonrisa comprensiva se extendió por la cara morena de la chica.- Dale un gran abrazo de mi parte ¿sí?

-Claro.- sonrió el chico. Dudaba en si darle un abrazo a Daniela o no, ¿le parecería incómodo?

Se puso a juguetear nervioso con las mangas de la camisa que tenía anudada en la cintura, sin embargo ese nerviosismo se apagó cuando sintió las pequeñas manos de Daniela rodearle la cintura y apoyar la cabeza en su pecho. El reaccionó y la apretó contra él respirando el olor a coco del champú de la chica.

-Bueno.- se separó ella, el chico anheló la falta de contacto.- Nos vemos mañana.

Y finalmente desapareció tras la puerta. El chico esperó a que la luz de su habitación se encendiera indicando que se hallaba ya en su dormitorio. Una vez que así lo hizo, el chico observó la calle solitaria. No había nadie se aseguró. Daniela estaba a salvo. Al menos, por hoy.

Still Rising (Reggie Peters)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt