Dreamboat (Supercorp)

Capítulo 3

Sabe que está haciendo algo que no debería hacer, cuando encuentra a Kara en la azotea por segunda noche consecutiva y su presencia ya no es una coincidencia, ya que parece ser el lugar de reunión de su vecino, sabe que debería hacerlo. darse la vuelta y ocupar su tiempo sin dormir en su apartamento. Pero Kara la hace sentir segura, protegida, irrazonablemente por alguien que ni siquiera conoce, y cuando se sienta junto a la rubia en el borde del techo, es como si estuviera respirando por primera vez ese día.

Kara la recibe en silencio, pero con una sonrisa elocuente, y su estómago hace saltos mortales por la forma en que la luz de la luna se refleja en su sonrisa. La noche es más fresca que la anterior, la temperatura ha bajado drásticamente después de una tormenta muy bienvenida, y aunque el viento no es tan frío, Lena tiembla de todos modos cuando se levanta. Aparentemente no está dispuesta a perturbar la tranquilidad de la noche, Kara envuelve sin decir palabra su camisa a cuadros sobre sus hombros, exponiendo bíceps que Lena no mira.

"Gracias", dice, apenas en un susurro, con cuidado de no romper el hechizo que los rodea.

"No quisiera que tuvieras frío", responde Kara, su voz baja y ronca.

"¿Pero no tendrás frío?" Señala Lena.

Kara se encoge de hombros, el movimiento hace que sus hombros se rocen. "No tengo frío."

El tiempo pasa de una manera extraña y puede pasar un segundo o dos horas antes de que vuelva a hablar con la misma voz baja y tranquila. "¿La vida te mantiene despierto de nuevo?"

Lena asiente, luego tararea en reconocimiento a las indicaciones de Kara, pero sin responder a su pregunta. No tiene ganas de dar más detalles, no quiere pasar la noche con pensamientos complicados. Ella se encontró con un respetuoso silencio, y Kara la miró con una amplia sonrisa antes de volverse hacia el cielo nublado con una mirada triste en su rostro. Ella se entrega al silencio fácil, algo que Veronica nunca le permite tener a menos que sea para su propio beneficio, y se acurruca en la camisa un poco demasiado grande. Es increíblemente suave y huele a lavanda y algo dulce y picante que probablemente sea exclusivo de Kara. Enterrando en el olor, aplasta la chispa de culpa que surgió al pensar en su novia.

***

Lena se despierta y Verónica todavía le da la espalda. Ella vuelve a enviar mensajes de texto dobles, sabiendo muy bien que no obtendrá una respuesta hasta que Verónica decida que vale la pena; siempre es así con ella.

Ese solo pensamiento es suficiente para volcar su estómago, todo su cuerpo de repente se llenó de rocas y espinas. Ella no debería pensar así, debería estar agradecida de tener a Veronica en su vida, está agradecida de tenerla en su vida. Es una persona complicada para estar y Veronica todavía la ama; no debería resentirse con ella por necesitar un descanso cuando Lena claramente hizo algo que la molestó.

E incluso si Lena no hizo nada, incluso si es solo su sentimiento habitual de indignidad, todavía no debería tener malos pensamientos sobre su novia. ¿Qué pasa si está herida o muerta, y es por eso que no responde? O peor aún, ¿qué pasa si los sentimientos negativos de Lena conducen a que suceda algo terrible? Ella niega con la cabeza, tratando de deshacerse del pensamiento perturbador pensando en cosas positivas, como su primer beso, cuando les alquiló una galería de arte, o sus vacaciones más recientes, cuando compró una isla para ella. . Intenta aplastar cualquier idea negativa superponiéndola con recuerdos positivos, comenzando de nuevo varias veces cuando pierde la pista por temor a que suceda algo malo.

Para cuando se las arregla para levantarse, llega tarde al trabajo y se tropieza dos veces camino al baño, todavía sin estar acostumbrada a la distribución de su nuevo lugar. La persona que la mira en el espejo se ve terrible, con sombras profundas debajo de los ojos y una tez enferma. Mientras se echa agua en la cara, comienza a sentirse ridícula; las cosas malas no suceden solo porque piensas en ellas. Y todavía...