La perfecta realidad de Jimin es arruinada por una mujer perfecta llamada Yoonji.
Yoonmin fem!
Namjin male!
Mención de otras shipps como HopeV y Yugkook.
Tanto Jimin como Yoongi son chicas en este fic y probablemente otros idols cambien de género.
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La mujer se deshacía en sollozos mientras estaba sentada, ni siquiera veía al hombre frente a ella, solamente soltaba todo su dolor.
― Es que fui tan estúpida – sollozo – Deje que dañara a mi pobre hija, a mi bebé ¿qué clase de madre soy?
― Usted es una persona que ha cometido errores, pero no por eso debe dejarse consumir por el dolor – explicó - ¿Ha hablado con su hija?
― N-no, temo hablarle y que me odie – suspiró con dolor - ¿qué haré si me odia? No creo poder sobrevivir
― Tengo una idea, en la siguiente sesión vengan las dos juntas y hablaremos los tres ¿le parece? – Cuestionó – La hora ha acabado, pero créame, a pesar de todo lo que pasó usted se dio cuenta y fue lo suficientemente fuerte como para dejar a ese hombre. Incluso lo denuncio, muchas en su posición no lo hacen por miedo, así que no tema e intente estar para su hija, ella necesita mucho apoyo en estos momentos
― Gracias señor Kim – le agradeció mientras tomaba unos pañuelos y se calmaba para salir del consultorio
― Señor Kim, la señorita Jihye ha llamado para recordarle la cena familiar – se escuchó a través del intercomunicador
― Gracias, puedes retirarte, yo me iré en un momento más – sonrió
Muchas cosas habían pasado, principalmente Baemin finalmente había encontrado su profesión, ahora era psicólogo y se enfocaba en casos de violencia doméstica. Recordaba como sus madres lloraron y sufrieron por un mal hombre, ahora él solo quería ayudar a otras personas a superar los malos momentos, tal y como sus madres lograron superarlos.
Arreglo sus cosas y salió directo a la casa de sus tíos, era un día especial, un día para celebrar en familia. Era el cumpleaños de su madre Jimin y, aunque ella seguía olvidándolo, nadie podría olvidarse de su cumpleaños.
Al llegar se bajó del auto y tomó el regalo que había preparado con una semana de anticipación, tocó la puerta esperando a que le abrieran. Hyunah fue quién le abrió la puerta, de inmediato le dio un abrazo apretado, no se habían visto en unos cuantos meses debido a que la chica había estado fuera del país por los desfiles a los que estaba invitada.
― El doctor ha llegado – exclamó alegre
― No te burles – murmuró sonrojado
― Todos estamos orgullosos de ti – sonrió Hyunah tomando su brazo para llevarlo a la sala en donde estaban todos, menos sus madres, ellas aún no llegaban
