—Sí.

—Gracias, Niall.

Con una sonrisa casi invisible, el abogado de Theo vuelve a su lugar y la jueza le indica a Niall que ya puede volver al suyo.

Me levanto ligeramente de mi asiento para mirar a cada rincón de la sala en busca de Lana, pero sigue sin aparecer.

Le escribo un mensaje de texto: ¿Vienes?

Blar se pone de pie otra vez y llama a Harry a dar testimonio, quien me mira con un semblante cadavérico antes de caminar hacia el estrado.

—Buenos días, Harry.

—Buenos días —se oye apenas a través del parlante. Realmente creo en la posibilidad de que Harry se desvanezca en cualquier momento, comienza a preocuparme su nivel de estrés.

—Harry, cuéntanos por favor, cuál es tu relación con el imputado.

Antes de responder, Harry se aclara la garganta y toma un sorbo de agua.

—Estudié en el mismo colegio que Theo y fuimos amigos por varios años.

—¿Ya no lo son?

—No.

—¿Por qué dejaron de serlo? —ahonda Blar.

—Su estilo de vida no era compatible con el mío.

—¿Podrías ser más específico, Harry?

—Theo acostumbraba a salir de fiesta seguido, consumir algunas drogas de fácil acceso, beber mucho alcohol, abordar a muchas chicas... Era un poco excesivo para mí.

—¿Presenciaste alguna vez un comportamiento reprochable en él, más allá de sus hábitos o estilo de vida personal?

—Theo acostumbraba a irse de las fiestas con chicas que tal vez no estaban del todo sobrias.

—¿Fuiste testigo alguna vez de un abuso de su parte hacia otra persona?

—¿Abuso sexual?

—Exacto.

—Nunca fui testigo de eso. Sin embargo, siempre tomaba fotos o grababa videos de las chicas con las que dormía, sin su consentimiento. Luego las enviaba por mensajes a otras personas, las exhibía como trofeos.

—Por favor —se oye murmurar a Theo entre risas.

—El imputado debe permanecer en silencio —advierte la jueza de inmediato.

Blar se acerca a su asiento, donde una persona de su equipo de trabajo le alcanza una pila pequeña de papeles.

—A continuación, les entregaré las pruebas de lo que el testigo acaba de decir. Obviamente los rostros de las involucradas están cubiertos para resguardar su identidad, pero podrán observar el calibre del material que el imputado realizaba y compartía con sus pares, sin autorización de las personas fotografiadas —explica mientras le reparte los documentos a la jueza y al abogado de Theo—. Estamos hablando de personas que en el momento en que esto sucedía eran menores de edad. Los mensajes originales recibidos en el teléfono celular del testigo ya están en manos del equipo de peritaje.

Mi celular vibra. Es un mensaje de Lana: Ya estoy en el juzgado, pero esperaré fuera del salón.

—Harry, ¿dirías que tu amistad con Theo se fue disipando a lo largo del tiempo, hasta que ya no formaban parte del mismo círculo? ¿o que terminó de forma abrupta?

—Existió un período de tiempo incómodo, pero definitivamente me alejé de ese grupo de forma abrupta. —Ya puedo notar a Harry un poco más tranquilo con las preguntas.

Tienes una cita (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora