Sexi y Raro Yoongi •Y.M•

Capítulo IX: Te amo

-¡¡Oye idiota!! Ya se que me viste, abre la ventana. ¡Vamos!

Un Yoongi con gorro azul y ropa sumamente abrigada se encontraba al otro la de la ventana cerrada de Jimin. Con su pequeña nariz rosada por el frío y una mueca molesta en sus labios. Llevaba alrededor de unos cinco minutos tratando de que su novio le abriera la jodida ventana.

Eran las 01:33AM del viernes y su novio lo había ignorado desde que salieron de la escuela. Todo por unos celos.

Tsk. Que culpa tenía el si quería defender a su novio de unos babosos.

Jimin se había enojado seriamente con el por haberlo defendido de un idiota que no dejaba de perseguirlo por los pasillos de la escuela alegando que podían salir a divertirse. Además de estar mirando fijamente las piernas de su chico y eso, era algo que no le toleraba a nadie. Jimin había dicho que era absurdo haberlo golpeado y haberle dicho que no se volviera a acercar a el. Y es simplemente no entendía por que. Estaba protegiendo a su chico de un patán.

Sus diferentes opiniones de lo ocurrido lo habían llevado a una discusión que terminó con los dos ignorándose por el resto del día y con cada uno volviendo a su casa por cuenta. Esto había enojado a Yoongi y mucho. El había pensando que era una simple pelea pasajera y podrían volver juntos y tomados de la mano a su casa. Pero no fue así.

Ahora, había escapado en plena madrugada de su casa solo porque no podía dormir sabiendo que estaba peleado con su chico.
Podía parecer que no le interesaba su relación. Que era demasiado frío, distante, indiferente. Millones de cosas. Pero era un secreto de solo el y su nene que no toleraba saber que estaban distanciados. Lo había descubierto en una de sus primeras peleas. No podía simplemente ir a dormir, comer, estudiar e incluso bañarse sabiendo que no estaba bien con el. Era algo que torturaba su mente y no lo dejaba tranquilo hasta volviera a hacer las pases.

Para algunos podía sonar tierno, para otros, desagradable. Para el era extraño. Nunca supo que podía sentir tantos sentimientos hacia una persona, tantas ganas de proteger y amar a un solo ser humano. Era sumamente extraño pero le encantaba y prefería sentirlo toda su vida con un chico como Park Jimin.

Jimin siguió fingiendo que no escuchaba a su gruñón favorito mientras ocultaba su sonrisa mordiendo su lápiz. La verdad era que ya no estaba enojado ni molesto, había pensado con la cabeza fría y decidió que en si su novio le hizo un favor y posiblemente el hubiera reaccionado de la misma forma si Yoongi tuviera una persona molesta siguiéndolo a todos lados.

El único motivó por el que seguía haciéndose el indiferente era porque le gustaba ver cómo Yoongi se arrastraba por un poquito de su atención. Su novio era frío y seco, pero en momentos como este se ponía como un bebé caprichoso que necesitaba rápidamente que le prestarán atención.

Y eso le encantaba.

Decidiendo que ya era suficiente, se levantó de su escritorio y destrabó la manilla de su ventana para dejarla abierta y luego recostarse en su cama tranquilamente.

-Oye, ¿Vas a seguir ignorandome?- No lo podía creer. Ni que fuera para tanto. Ya estaba empezando a sentirse ofuscado.

Sentía su pecho doler levemente mientras su respiración se aceleraba y su nariz comenzaba a picar. Trataba de no pensar lo peor pero le era imposible teniendo en cuenta que Jimin seguia en su cama sin mirarlo.

Al momento en que Jimin noto como la delgada mano de Yoongi comenzaba a temblar supo que ya era suficiente de su broma.

Levantándose rápidamente de la cama mientras reía se abalanzó al pálido y colgó sus brazos del cuello contrario tirándolo con el hacia su cama. Todo tan rápido que el mayor no supo procesarlo hasta que sintió como muchos besos eran dejados en su frente junto con caricias en su nuca y cabello.

Jimin le murmuraba entre risas que era todo una broma. Que lo amaba y que sólo estaba jugando.

Y mientras se dejaba hacer todo aquello solo pudo sentir que comenzaba a respirar correctamente y un peso abandonaba sus hombros.

-Ya mi amor, ya. Solo estaba jugando no te preocupes.- Jimin seguía murmurando entre risas juguetonas mientras besaba constantemente su mejilla y frente.-Te amo. Te amo mi gran bebé gruñón.

Yoongi suspiro con una sonrisa imborrable en su rostro y se acomodó mejor entre las piernas de Jimin a la vez que escondía su rostro en el cuello de este y comenzaba a inhalar el rastro de perfume que había ahí.

Jimin siguió acariciando su nuca. Había corrido un poco hacia abajo el hoddie que Yoongi llevaba para también acariciar sus hombros. Yoongi sintió un escalofrío cuando las manos tibias del menor tocaron su piel pero se relajó al instante mientras dejaba besos en su cuello.

-De verdad lo siento. No pensé que reaccionarias así. Solo quería protegerte, te veías muy incómodo y no lo pensé. No sigas enojado conmigo.-Miro al menor a la cara y bajo su rostro hasta presionar sus labios unos segundos sin moverse para luego volver a alejarse y mirarlo a los ojos.- Te amo Jiminnie.

Jimin sonrió mientras seguía besando dulcemente los labios de su novio.

-Ven cariño, vamos a taparnos y dormir. Mañana Podemos hacer lo que quieras.

Yoongi cogió las mantas y las subió al cuerpo de ambos, luego abrazo al menor y siguió besándolo mientras se relajaban y el sueño llegaba.

Lo último que escucho fue un- También te amo Yoongi Hyung.