Sexi y Raro Yoongi •Y.M•

Capitulo XIV: A solas

 

Jimín caminaba por toda su habitación mientras movía sus manos de forma nerviosa. Dando una vuelta quedó de nuevo frente a su espejo de cuerpo completo y se acerco a observar su apariencia. Estaba levemente maquillado, lo que se había colocado en la mañana, y tenía su pantalón pijama de panquecitos junto con una sudadera vieja de los Dodgers que Yoongi había dejado alguna vez.

Media hora antes le había enviado un mensaje a Yoongi preguntándole si podía venir a su casa a hacerle companía ya que su madre tuvo una emergencia en el hospital y tuvo que dejarlo solo.

Además de que quería aprovechar. Podían ver una película, comer algo de helado que tenía guardado en el congelador y... Tal vez, mostrarle algo de ropa que había comprado.

Eso último era lo que le ponía nervioso. Si bien con Yoongi tiene mucha confianza como pareja nunca se le había ocurrido hacer algo tan atrevido como eso. Y le aterraba pensar como reaccionaria el mayor.

Justo cuando estaba por cepillar otra vez su cabello el timbre sonó y el se apresuró a salir de su habitación y recorrer el pasillo para pasar por la cocina e ir directo a la puerta principal.

Respirando profundo antes de abrir, cogió el picaporte y tiró de el. Sonrió al mismo tiempo y estuvo apunto de exclamar cualquier cosa de saludo pero algo lo detuvo.

Yoongi no estaba solo.

Había un niño con el.

-¿...Umh, Yoongi Hyung quien es este niño?

Yoongi sonrió en grande y apoyo una mano en el hombro del pequeño.

-Jimin, amor, te presento a Hueningkai. Hueningkai te presento a Jimín. Mí novio.

Oh.

El niño miro a Yoongi y luego volvió a mirarlo a el, para después sonreír y cruzar el umbral abrazándose al instante a su cintura y luego soltar risitas. Jimín quedó congelado con las manos a los costados y sin saber que hacer ante el repentino acercamiento de Hueningkai.

-Hueningkai es mí primo y ha venido de visita este fin de semana.- explico Yoongi mientras entraba y cerraba la puerta de la casa.- Me descubrió cuando estaba saliendo por la puerta y no me ha quedado de otra que traerlo, espero no te moleste. Ya he hablado con él y quedamos en que sería respetuoso y un buen niño. ¿Verdad que si?

Yoongi sonreía de una manera casi manipuladora y forzada. Y Jimin seguía sin entender nada.

-¡Si Jimín Hyung~ prometo portarme muy bien!-El niño volvió a sonreír y luego lo miro fijamente.- Jimín Hyung, es cierto que usted es el baby boy de Yoongi hyung? Eso me dijo cuando veníamos para acá.

-¡Yoongi!

Y Hueningkai sonrió perversamente.

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Después de presentarse y de que Yoongi regañara a Hueningkai por lo dicho, todos se instalaron en el sofá de Jimín y colocaron una película de terror para ver. Yoongi estaba sentado contra uno de los apoyabrazos, tenía las piernas abierta y a Jimín sentado encima. Hueningkai estaba pegado a un costado de ellos por el miedo, devorando un tazón de helado que le sirvieron.

Jimín ha de admitir que al principio no le gustaba la idea de que el niño estuviera allí con ellos, pero luego le empezó a gustar. Además del accidente del apodo, Hueningkai se había comportado muy bien. Siendo educado y muy simpático con el. Lo había ayudado a colocar mantas. Elegir la película. Y servir el helado. Cosas que su primo mayor no hizo.

Pero dejando de lado el reproché hacia el flojo de su novio estaban teniendo una linda noche. La película de terror no era excesiva así que no se asustaban constantemente.

Mientras observaban a la protagonista caminar por los pasillos oscuros siendo perseguida por una especie de fantasma, se escucharon dos bostezos.

El primero fue de Yoongi que estaba con la cabeza inclinada hacia su hombro y de a ratos parpadeaba para mantenerse despierto. Y el otro fue del pequeño Kai que tenía un poco de helado en las mejillas.

Jimin los ignoro por unos minutos hasta que sintió otra cabezada de Yoongi y se dijo que era suficiente. Mientras agarraba el control que había dejado a un lado de sus piernas, por si saltaba alguna escena sexual que Kai no tenía que ver, comenzó a levantarse y apagar el televisor y luego estiró su mano hasta una lámpara para iluminar el living.

Escuchando las quejas de los primos por la repentina luz, dijo.— Bien, vamos a dormir. Se están quedando muertos aquí mismo y yo no pienso llevarlos hasta mi cuarto, vamos, vamos, vamos.

Yoongi gruño y lo miro con algo de sueño mientras seguía sentado y Kai miraba todo bastante perdido, entre despierto y dormido.

—Hyung, ¿Tendremos que ir hasta casa? Tengo mucho sueño.

Jimin miro como el niño hacia un puchero y juntaba sus manos rogando por quedarse. Cosa que se le hizo tierna y por eso no pudo evitar decir.

—Pueden quedarse a dormir aquí Kai. Además es muy tarde y no estaría bien que salgan a estas horas. Anda, ve hasta el baño que está una puerta antes que la de la cocina y lavate la cara. Luego vuelve y nos iremos a dormir juntos.

—¡¡¡Gracias Jimin Hyung eres lo más!!!— Kai corrió hasta donde estaba parado el menor y lo abrazó antes de irse corriendo hacia el baño.

—Y yo también puedo dormir contigo Jimin hyung~— hablo el mayor haciendo una voz infantil y actuando tierno.

Jimin lo miro mal y luego le saco la lengua.— No, los feos no pueden dormir aquí.

Terminando esto se dirigió hacia su habitación escuchando las quejas de Yoongi y a Kai decir de fondo que ya estaba listo.

Después de eso ambos fueron a su habitación y se acomodaron en la cama, Jimin le prestó un pijama viejo a Kai y Yoongi tomo algo de ropa que se había olvidado ahí.

Por suerte la cama de Jimin era lo suficientemente grande para los tres y también estaba contra la pared así que no iban a caerse.

Yoongi durmió contra la pared, con Jimin en el medio y Kai en la otra punta por si necesitaba ir al baño en la madrugada. Eso causó también una mini discusión entre ambos primos que pelearon por que Kai quería dormir en el medio. Algo así como que lo después lo agarrarian los monstruos. Pero Yoongi dijo que no pensaba no dormir abrazado a Jimin, así que le dijo que sea hombre corajudo y se lo aguantará.

Jimin río por eso pero también tranquilizó a Kai diciéndole que el lo abrazaría así no tendría miedo a los monstruos.

Luego también dejó un velador prendido y los tres durmieron calentitos y abrazados.