damm pride (Oliver Wood)

45

Narrador omnisciente:
Cuando Lydia estaba delante de su casa, decidió que era mejor entrar por la ventana de su cuarto, quién sabía lo que pasaría si le explicara a su madre lo que le acababa de hacer.

Una vez en su cuarto, suspiró de alivio y se estiró en su cama cerrando los ojos de cansancio, pero cuando estaba a punto de dormirse, su barriga sonó indicándole que debía comer algo.

Abrió la puerta con el más cuidado posible y bajó las escaleras en silencio. No llegó muy lejos pues se escucharon llantos.

Su madre estaba llorando.
-No se donde...no se donde está.- decía entre llantos.- Es mi culpa... yo no...

Steven quién la abrazaba con fuerza la intentaba calmar, no sabía mucho que había pasado pues acababa de llegar... y no estaba solo.

Oh no.

Oliver se encontraba de pie, cruzado de brazos con cara de preocupación mirando al suelo.

-Tranquila cielo, seguro que vuelve, ella volverá.- le decía el señor Anderson también angustiado y preocupado.

Lydia no podía sentirse peor en ese instante, que había hecho? Nunca había hecho a su madre llorar y dolía mucho verla así.

-Mamá.- dijo saliendo de detrás de la puerta.

Todos miraron a la chica con sorpresa y preocupación. La primera en apartarse de su marido y correr a abrazar a la chica fue la señora Anderson que la envolvió en un abrazo cariñoso. Lydia no recordaba la última vez que su madre la abrazó así que le correspondió abrazándola de la misma manera.

-Pensaba que te irías...lo siento tanto hija...- le decía entre el abrazo.

Steven sonrió al ver esa escena al igual que Oliver quién deseaba con todas sus ganas volver a hablar con la chica que tanto había extrañado.

-Papá.- dijo Lydia ahora dándole un abrazo a su padre quién también la correspondió

Cuando tocó el turno de Oliver, la chica se quedó observándolo unos segundos. Se notaba que había crecido, se notaba que ya no era el mismo chico con el que salió en Hogwarts.

-Me alegra verte.- le dijo el chico con una sonrisa un tanto nervioso.- Tu padre, me ha invitado, espero que no te importe...

-Claro que no! Pasa hijo!- le dijo Steven haciéndolo sentarse en una de las sillas para cenar.

Todos se sentaron y por fin, la chica pudo probar bocado pues moría de hambre. Sin embargo había algo de lo que no se esperaría nunca.

-Lydia... como han ido las pruebas?- le preguntó su madre tomando por sorpresa a Steven y Lydia que casi se atraganta con la comida.

-Pruebas?- preguntó su padre algo emocionado.- Un momento... ahora que me doy cuenta, que haces aquí hija?- dijo Steven ahora confuso.

-Si... el curso no ha terminado, ha pasado algo?- preguntó Oliver.

-No se lo has contado?- le preguntó la chica a su madre quién negó.

-No he tenido tiempo.- respondió esta a lo que la chica bajó la mirada a su plato.

-Lydia?- preguntó su padre esperando una respuesta.

Ahora era cuando les decía que había abandonado Hogwarts junto los gemelos y no se había graduado. Simplemente genial.

-Bueno, es algo difícil de explicar... papá... junto a otros chicos hemos abandonado Hogwarts.- soltó a lo que Steven abrió los ojos.

En la mente de Oliver solo pasaba la pregunta de quiénes eran los chicos pero decidió aguantarse pues... estaban sus padres delante.

-Oh, vaya y que chicos?- preguntó Steven a lo que la señora Anderson rodó los ojos.

-Quienes van a ser? Los gemelos Weasley.- dijo mirando a Lydia.- No se como se lo habrá tomado Molly pero bien seguro que no.- dijo mirando ahora su plato.

Lydia rodó los ojos.
-Hemos hecho historia en Hogwarts.- dijo con una sonrisa a lo que su padre la miró de reojo.- Dolores Umbridge se acordará de nosotros durante mucho tiempo...

-Has dicho Umbridge?- preguntó su padre con una sonrisa.- La conozco... trabaja en el ministerio...- fue cuando se acercó a su hija.- Espero que le hayáis dado una lección. - le susurró a lo que ella asintió.

La cena parecía haber transcurrido bien al fin y al cabo, sin embargo todos se habían olvidado de las pruebas... por que Lydia no quería que lo supieran?

-Oliver...- le dijo la chica cuando este tenía pensado irse a su casa.- Podemos hablar?

El chico no deseaba más eso que otra cosa y que ella se lo dijera...

-Claro.- respondió tratando de sonar casual y no nervioso.- Que pasa?

Lydia sonrió y se acercó para abrazarlo haciendo que Oliver se sorprendiera por el gesto y se pusiera más nervioso de lo que estaba.

-Gracias... por las cartas, digo que... felicidades por el puesto.- dijo muy rápido la chica haciendo que Oliver soltara una carcajada.

Le parecía adorable como la chica intentaba encontrar el tema de conversación adecuado y también intentara que nada de eso fuese incomodo. Sin embargo, el chico ya había crecido y creía que era tiempo de hablar de ese día.

-Lydia, he estado pensando en ese día... en el que te prometí que te esperaría.- dijo a lo que ella miró a otro lado.- Yo te he estado esperando... tu lo has hecho?

Que si lo había hecho? Claro que si.

-Si, lo he hecho.- dijo algo avergonzada.- Lo he hecho siempre Oliver.

El chico saltaba de emoción por dentro, que ella le dijera eso... solo le hacía confirmar que había estado bien esperarla todo ese tiempo por que al fin y al cabo, Lydia siempre le produciría el mismo efecto que cuando eran más pequeños.

Aún sentía cosas por ella. Aún le gustaba Lydia Anderson.

-Eso es... genial!- dijo este muy contento abrazándola.- Eso es perfecto!

Lydia lo miraba con una sonrisa mientras este solo la abrazaba y soltaba palabras de emoción.

-Entonces?- preguntó ella haciendo que Oliver la mirara raro.- Tendré que pedírtelo yo?

-Qué?- preguntó este dejándola en el suelo muy confundido.

-Oliver, quieres ser mi novio de nuevo.- dijo riendo a lo que el abrió los ojos sin embargo una sonrisa apareció inmediatamente en su rostro.

-No hay propuesta que me guste más.- dijo acercándola con cuidado y dejándole un tierno beso en los labios.- Oh dios... no sabes cuanto he extrañado esto.- admitió haciendo que Lydia se sonrojara levemente.

-Sigues teniendo tu toque... me encanta.- dijo la chica abrazándolo de nuevo ahora en forma de despedida.

-Tu me encantas.- finalizó este correspondiéndole de la misma manera.