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Narrador omnisciente:
Para Oliver sería un alivio volver a Hogwarts pues confiaba en que ese año sería el que Gryffindor ganaría la copa de quidditch.

Aún recordaba el curso pasado cuando Slytherin ganó el partido final, pero no solo eso, sino que ganaron gracias a Lydia y Gryffindor perdió por su culpa.

Esos malditos 10 puntos que le dieron la victoria a Slytherin le han hecho pensar durante todo el verano.

Y también en Lydia. Oliver no había podido dejar de pensar en ella. Lo cierto era que aunque no le gustara reconocerlo, la chica tenía talento, y tenía un don para ese deporte.

Lydia era la única que estaba a la altura del Gryffindor y le debía mucha rabia admitirlo.

Oliver seguía pensando eso mientras iba al servicio, el trayecto del tren se le hacía muy pesado y aburrido.

Quidditch, quidditch, quidditch...

El chico seguía en sus pensamientos cuando choca con alguien, más bien con una chica.
-Además de malo, ciego?- le dijo esta desde el suelo.

Oliver abrió los ojos para mirar a Lydia, que se encontraba levantándose del suelo.

Normalmente solían insultarse y hablarse con sarcasmo, pero en ese momento, no le salían las palabras. Pero en que estaba pensando?

-Ahora también eres mudo? Tienes un problema Wood...- dijo con una sonrisa burlona, estaba cruzada de brazos y Oliver solo la observaba.

Al ver que no obtendría respuesta, rodó los ojos y se marchó dejando al Gryffindor embobado.

Cuando se dio cuenta, reaccionó.
-Eh...yo, yo no soy el que va chocando con las personas!- le gritó pero era demasiado tarde, la chica ya no estaba.

Oliver bajó la mirada y cerró sus puños, por que se había puesto nervioso? Por qué le pasaba eso con...ella?

-Por el tanga de Merlín...- dijo una voz.
-Ha sido eso?- siguió el otro con una sonrisa.

Eran Fred y George. Oliver se había hecho amigo de ellos cuando entraron como golpeadores para el equipo.

-El qué?- preguntó algo confundido.

Los gemelos se miraron entre sí.
-Desde cuando Oliver Wood se queda sin palabras ante Lydia Anderson?- preguntó George intrigado.

Fred rodó los ojos.
-Georgie, que no ves que le gusta? Lo cierto es que este año está muy guapa...- dijo levantado las cejas y bajándolas.

Oliver frunció el ceño.
-Espera, espera...te parece guapa?- dijo sin más a lo que George río.

-Claro! Es una de las chicas por no decir la más guapa de todo tercer año.- dijo este de brazos cruzados.
-Quién consiga ser su novio, le daré mis respetos.- siguió Fred también riendo.- Por qué lo preguntas Wood? Interesado?

-Curiosidad y no, no estoy interesado...ahora decidme, vuestro hermano entra este año no?- dijo intentando cambiar de tema.

Ellos se miraron entre sí y rieron de nuevo.
-Con nosotros no cambies el tema pero sí.- respondió Fred.
-Nuestro hermanito Ronnie está en un vagón sentado con el mismísimo Harry Potter.- siguió
George.

-Harry Potter? Wow...espero que sea tan bueno en quidditch como lo fue su padre...es todo una leyenda.- dijo el chico finalmente.

Por otra parte, Lydia se encontraba en el vagón donde intentaba dormir. Realmente estaba cansada y como no veía a ninguno de sus compañeros....

"esa es Lydia Anderson?" se escuchó una voz y más murmullos. "sabía que era bonita...tiene novio?" se escuchó otra voz. "callaos! mi padre y yo vamos a todos los partidos de su padre, seguro que me conoce...".

Todos esos comentarios de los niños, aumentaban el ego de la chica y provocaron que sonriera.

Abrió los ojos y se encontró con un platinado, un niño de tez morena y otro castaño.
-Deseáis algo?- ellos abrieron los ojos a la par.

Dos de ellos salieron corriendo dejando al platinado con una sonrisa orgullosa. Lydia levantó la ceja.

-Me presento, soy Draco Malfoy y soy un gran fan de tu padre y tuyo.- dijo con emoción, pero mostrando una figura tranquila a la vez.

-A que casa quieres ir Draco?- le preguntó la chica por curiosidad.
-Obviamente Slytherin, es la mejor casa, se que quedaré ahí.- dijo con orgullo.

La chica sonrió.
-Y tu pequeño...- dijo la chica tocándole la punta de la nariz.- Creo que seremos buenos amigos.

Draco estaba que se podría desmallar, realmente estaba conociendo a la hija de unos de sus mayores ídolos....ademas, no se podía negar. La chica era bonita.

-Ya me estás cambiando Anderson?- dijo una voz por detrás haciendo que estos dos se giraran para encontrarse con Adrián.

-Tu sabes que no Pucey.- dijo Lydia rodando los ojos.- Este es Draco Malfoy, mi nuevo amigo.- dijo mirándolo de reojo.

Los tres chicos salieron del tren cuando este indicó que había llegado.

Al entrar al gran comedor tanto Lydia como Adrián se fijaron que habían más miradas en la chica...

Y para eso había una razón, Steven Anderson había hecho un nuevo récord en la historia de quidditch anotando más puntos ganando así el partido aunque su equipo no hubiera atrapado la snitch.

Oliver, que estaba indicó en sus pensamientos miró de reojo a la chica que tanto odiaba.
-Wood, la baba.- dijo Fred riendo.- Se te cae la baba.

Este, como tal idiota, se comprobó si le caía la baba, sin embargo solo había sido una estúpida broma.
-Que graciosos, enserio, muy graciosos.- dijo sin reír a lo que los gemelos se miraron entre sí para seguir hablando animadamente.

La selección de casas seguía en su curso y Lydia solo hablaba con su amigos, Daphne explicaba cómo había sido su verano mientras que Adrian la escuchaba y Lydia no prestaba atención.

Miraba su plato y jugaba con su comida. Sentía la mirada de Oliver y a veces se encontraban pero ella no entendía el por qué.

Nuevo curso, allá iba.

damm pride (Oliver Wood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora