—¿Y que Hermes me quiera llevar? Ahí si va a estar cabrón.

—Tal vez si se lo pides de por favor, tu padre te deje ir.

—Si Valentina, Pero mi padre siempre está de acuerdo con lo que Hermes quiera y ahí está el problema.

—¿Acaso Hermes no tiene novia? Siempre es muy sobre protector contigo.

—¿Hermes con novia?—Solté una carcajada—Es más probable ver a una vaca volando. Hermes es muy reservado en ese tema. Claro, le gusta hacerse de estrella y llamar la atención de todas pero jamás he sabido que invite a salir a alguien.

—Estaría lindo conseguirle novia ¿No?

—¿Acaso tú quieres ser su novia?

—¡Asco, No! Tu hermano jamás será mi tipo. —Hermes es justamente el tipo de Valentina, Pero hay un no sé qué en mi hermano que hace que Valentina no le pegue ni el ojo.

—Yo mejor no me meto en sus problemas, yo no soy como él que siempre quiere saber todo de mi.

—Nada que ver con tu primo Eros. —Sí, Otro nombre de Dios griego pero esa es otra historias.
Mi primo sólo era un par de años más grandes que nosotros, pero su familia es más bien de narcotraficantes.

—Mi primo Eros es más prostituto. A él sí te prohíbo que le pegues el ojo.

—Vale, no es tan mala onda como piensas.

—Él es pero que Liam, con eso te digo todo.

—¿Que yo qué?—Me eché a reír—Conozco a Eros, y también sé que el nombre de Eros es el del Dios del amor, tal vez por eso es tan cachondo.

—Liam, Que se llamen como dioses no significa que tienen que ser como ellos. A veces me sorprende que seas tan estúpido. —Menos mal que no le digo a Valentina que yo también pienso lo mismo jajaja...

[...]

El martes al salir de la universidad, algo muy extraño me llamó la atención.
Un coche negro muy elegante estaba esperando estacionado justamente enfrente de la puerta, y sé perfectamente quién es.

—Princesa.

—Rulitos.

—¿Rulitos? ¿Ahora también tengo apodo?

—La verdad siempre se me olvida tu nombre, es por eso que te llamaré Rulitos por tus rulos en tu pelo. —Su sonrisa apareció, pero eso no fue todo lo que me llamó la atención sino que mis ojos fueron sobre su hombro y vi a mi profesor Derek viéndome atento.

Interésate.

—Me llamo Ruggero, Pero Rulitos me gusta.

—Qué haces aquí, te debes de ir. Pasarán por mi dentro de muy poco y créeme, mi hermano es algo celoso y sobre protector.

—La otra vez me dejaste plantado y ahora que sé que te llamas Karol, tienes honor y vas a esta universidad, pues he decidido venir por ti para ir a comer.

—Lastima que no tengo hambre. —Sonreí engreída. Sé que Derek nos sigue viendo, Y justamente viene hacia aquí. Oh no.

—Dale, Que te llevaré a donde quieras. Se ve que tienes cara de que te gusta la comida Italiana.

—¿Cómo sabes eso?

—Me es fácil leer el rostro de las personas.

—¿Ah sí? Cuál es mi color favorito.

—El amarillo.

—No es cierto, es el... amarillo. —Mierda—¿Cómo sabes? Y no puedes decir que es por mi ropa porque es uniforme.

Tú, Yo y El Mal Where stories live. Discover now