A.845 - Caída de María.

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Contaba solamente con catorce años cuando ___ se encontraba en su último año en el ejército de Reclutas. Su entusiasmo y su avives eran gigantes en comparación con la mayoría de sus compañeros, nadie quería entrar a aquella legión, pero ____ soñaba cada noche con acompañar al fin a su primo, el Capitán Erwin Smith.

—Señor Pixis— lo saludó una vez que llegó a arriba de la muralla María en donde tenía una bella vista hacia el distrito Shingashina.

—Oh señorita Smith, que gusto verla por aquí— sonrió el hombre con su típica cantimplora de acero posado en unas cajas —¿Esperando la vuelta de su primo?

—Si señor.

El hombre mira la vestimenta de la chica quien estaba con unas bolsas de carga para ayudar a los soldados, y entonces sonríe.

—Esa es la capa del fundador ¿Verdad?

—El único en sobrevivir en la primera expedición— asintió la chica con respeto y orgullo —. Luego se cambió su material por ser tan pesado, o quizás porque pensaban que estaba maldita.

—¿Y tú no crees en eso?

La chica piensa sus palabras, pero sabía bien cuál era su respuesta, ya que se la habían repetido anteriormente en el ejercito —. Pienso que la historia de nuestros antepasados es importante para recordar.

—Cuidado, quizás hasta te exijan que vayas hacia afuera de los muros.

—Pues lo haría— sonrió con firmeza —, por eso estoy en el ejército de Reclutas, solo debe pasar un año más.

Al escuchar la campana sonar, ____ voltea rápidamente hacia la dirección de la puerta principal. Se trataba de la vuelta de la Legión de Reconocimiento por lo que apuró su paso para recibir a su familiar.

—Maldita sea.

Como cada una de las expediciones que se ejecutaban, todos llegaron con sus típicos rostros apagados, menos de la mitad de los soldados y todos heridos. ___ entendía bien que habían vuelto a fracasar.

—Erwin.

—Hola pequeña— le sonrió débilmente mientras la abrazaba con fuerza —. Lo siento, todo fue un desastre.

—Sé que algún día podrán traer información valiosa, yo estaré allí.

En aquel momento Keith Shadis era el comandante actual de la Legión, y pasaba justo a su lado cuando la joven lo miró con sus ojos brillosos.

—No se rinda, señor— habló en alto, ___ podía ver el rostro demacrado del hombre, sensible ante cualquier insulto más que reciba, pero las palabras de la joven lo toman por sorpresa —. Ustedes son los héroes de la humanidad.

—¿Serás la próxima recluta?

—Si señor— llevó su mano al pecho —, ante mi vida, solo la humanidad.

El comandante la mira detenidamente, su mirada se suaviza y sonríe débilmente para luego mirar al rubio a su lado.

—Tendrás a alguien muy firme como comandante para entonces— ___se sorprendió y miro a su primo —. Gente especial como los Smith son los que uno debe poner sus manos en el fuego.

Al desaparecer de su vista, la chica no despega su mirada, esperando a que el rubio le explicara. Pero este se rasca nervioso.

—¿Serás el próximo comandante?

—Si, él se acaba de retirar con esto.

—Pues, felicitaciones.

—Gracias— sonrió mientras se ponía derecho y miraba a su grupo alejarse—. Me iré al refugio en Sina ¿Te quedarás husmeando por aquí?

Legacy - Mikasa & TuWhere stories live. Discover now