Capítulo 30.

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Judith.

Iba ser un día lleno de muchas emociones, la idea era elegir el vestido de Meg y acompañarla en este momento porque estábamos a quince días de su boda. Cómo buenas damas de honor debíamos seguir a la novia en cada uno de sus preparativos. Su vestido es tan ella, relajada lo que es Megan en su totalidad, todo se mostraba tranquilo hasta que al salir de la tienda Emma nos tendió una trampa y nos entregó al padre de Dominic y Christopher, estaba asustada pero debía mantenerme serena por los bebés, mi embarazo es de riesgo por el tema de cargar gemelos en mi interior, sabía que si no me controlaba algo podría pasarle a ellos así que dejando que mi cuñada me tranquilice, traté de buscar esa serenidad para ambos.

- Juro que si te agarro te mato - masculla Ana cabreada.

- Anastasia - suspira Megan mirándola con reproche. La tranquilidad de ella solo mostraba que en algún momento iba a pasar esto.

- Lo siento, no tuve opción - habla Emma dándola lástima.
A ella no le creía absolutamente nada, si fue capaz de aliarse al padre de los Meitzner solo deja en jaque la despreciable y traicionera persona que es, a mi ya me caí mal por todo lo que nos había hecho a nosotros ahora Megan se estaba dando cuenta de la clase amiga que tiene.

- Opciones siempre hay solo elegiste la más fácil - responde Meg suspirando

- Megan - musita Emma entre lágrimas.

- No quiero escucharte, Emma - contraataca mi cuñada al abrazarme.

- Perra - sisea Ana mirando con odio a la mujer que nos traicionó dejándonos en la boca del lobo.

En un completo silencio vamos en esa camioneta, los tres hombres que venían con nosotros nos obligan a bajar cuando se detiene, ante nuestros ojos hay una gran mansión y nos empujan para que entremos.

- Cuidado, está embarazada - dice Meg cuidándome. - Anastasia - la regaña al ver cómo seguía maldiciendo en alemán.

- Mierda Megan deja de decirme que me tranquilice porque voy a golpearte - contesta Anastasia cabreada.

- Deja de alterar a Jud - pide mirándola mal.

- Estoy tranquila chicas se que Dominic vendrá por nosotros - aseguro apoyando mi mano en mi vientre, se que él vendrá por nosotros.

- ¡Pero si son mis chicas favoritas! - las tres miramos al hombre que entraba al living con una gran sonrisa triunfadora al vernos

- ¡Muérete padre! - contraataca Ana furiosa.

- Que lindo volver a verte Anastasia, cada día te pareces mucho más a mi hija - acota el hombre sin borrar su sonrisa.

- Sólo por sacar tu color de pelo y ojos no significa que sea igual a tí  - contesta sarcástica.

- Tus hermanos te llenaron la cabeza en contra mío, antes me querías. - comenta frunciendo el ceño.

- Nadie me llenó la cabeza, sola me di cuenta de la clase de basura que tengo como padre - espeta y Meg la detiene porque se le estaba por abalanzar.

- ¡Eres una maldita ingrata igual a que tus hermanos!- exclama furioso.

¿Cómo un padre puede ser capaz de hacer algo como esto a sus hijos?

- ¿Por qué hace esto? - le pregunta Megan de forma pacífica.

- Buena pregunta querida Megan, sólo quiero que mi primogénito haga un pequeño trabajo - dice sentándose en el sillón enfrente nuestro.

- Robar el Museo internacional no lo consideraría un pequeño  trabajo - comenta Meg frunciendo su ceño.

¿Robar un museo?

Detestable Amor (2°PA)Where stories live. Discover now