Detestable Amor (2°PA)

Capítulo 29.

Dominic.

Nadie de mi familia se esperaba que le pida matrimonio a Jud, si por mí fuera esa misma noche en Las Vegas me hubiera casado con esa mujer, pero ella no quiso porque al parecer soñaba con una boda en el granero del campo de sus padres, había una tradición de ellos de hacerlo ahí y no podía negarle eso. Ahora nos tocaba elegir una fecha y contarles a su familia lo del embarazo, es de seguro que lo tomarán bastante mal por ser tan tradicionalistas, hasta tenía miedo de mi integridad física, me gané su respeto al subirme a ese toro, pero siento que eso se irá al saber que dejé a embarazada a su hermanita, ahora que tengo una hermana entiendo esos celos de protección y no me está gustando para nada que Evan este muy cerca de ella, Meg ayuda a eso y Christopher no es capaz de intervenir, Bank se las verá mal si solo se atreve a  lastimar a Anastasia.

- Dominic - escucho que me dice Jud.

- ¿Qué sucede cariño? - pregunto al acercarme a la puerta a espiar con ella.

- ¡Mierda! - murmuro con asco al ver cómo el papá de mi cuñada le mete la lengua a mi madre en ese beso en la entrada de su puerta.

- Para el amor no hay edad - comenta ella cerrando la puerta.

- Dile esa misma frase a Christopher - chasqueo la lengua. - se siente raro eso, ahora Mike será nuestro padrastro, seremos hermanastros de Megan y sabes lo turbio que se siente la relación de ella con mi hermano, los niños son productos del incesto - agrego todavía procesando lo que acaba de ver.

- Eres un exagerado - empieza a reírse.

- Eso porque no es tu mamá, ella puede hacer lo que quiera con su vida, es una mujer joven pero verlo es otra cosa. Fue turbio ver esa imagen de cómo se besaban con lujuria - comento suspirando.

- Déjala ser feliz por ahí es algo del momento - acota pasando su mano por mi mejilla.

- Mejor no hablemos más de esto, tema cerrada por mi salud mental - pido de forma dramática.

- Espero que nuestros hijos no salgan así de dramáticos que tú - bromea abrazándome.

- No lo digas tan fuerte, siempre a nosotros nos sale todo al revés - comento estrechandola entre mis brazos.

- Te quiero Dominic - murmura sobre mis labios.

- Te quiero, cariño - digo juntando nuestros labios en un suave beso que es interrumpido por el sonido del celular de Jud.

- Es mi papá - abre sus ojos en grande. - Una videollamada de él - agrega mirándome algo asustada.

- Calma. Atiende y actúa normal - sugiero tratando de que se tranquilice.

- ¡Hola papá! ¡Hola chicos! - saluda al atenderlos y sonríe.

- ¿Dónde estás, Jud? - escucho que le preguntan.

- Estoy con Dominic - ella tira de mi mano para que ahora el teléfono nos muestre a ambos, sus miradas de pocos amigos lo dicen todo.

- Buenos días, familia Manning - saludo sonriendo.

- ¿Ustedes durmieron juntos? -  pregunta uno de sus hermanos.

- ¡No, claro que no! - respondemos al unisono, claramente mintiendo.

- ¿Qué hacen juntos tan temprano? - nos habla su padre.

- Estoy viviendo en la casa de Dominic hasta que la tubería de mi departamento este arreglada -  miente con una sonrisa fingida.

- ¡Más vale que no le hayas tocado ni un pelo a nuestra hermana! - me amenaza su hermano mayor.

Definitivamente estoy muerto cuando se enteren que está embarazada y encima de gemelos.