Detestable Amor (2°PA)

Capítulo 17.

Dominic.

No hay personas más insoportable en mi vida que mi hermano, Christopher es verdaderamente desesperante cuando se lo propone y sobre todo este día donde los cuadros de Constanza serían subastados, estaba orgulloso de que al fin cierre un ciclo porque significaba que empezaría una nueva etapa con Megan y los niños.
Debía dejar el pasado atrás.
Se lo mucho que amó a su ex esposa pero aferrarse a sus pinturas como lo hacía no le permitía avanzar hasta que llegó esa chica a cambiar por completo su vida, estoy agradecido a Meg por todo lo que hizo por él y Lorenzo. Los sacó de esa oscuridad en la que estaban para demostrarle que en verdad la vida es diferente.

Hoy era un día importante y por eso debía soportar esos sentimientos que no sabía expresar.

- Por favor, Christopher - digo cansado de verlo caminar de acá para allá.

- Creo es una mala idea - acota.

- Mala idea es dejar esas pinturas en nuestro ático - comento suspirando.

- Es la herencia de Lorenzo - se justifica.

- Lorenzo te dijo que hagas lo que quieras solo que le dejes ese cuadro que el ama, los subastas y el dinero lo pones en la cuenta de él, también es su herencia - sugiero tratando que mi hermano no de marcha atrás a lo que hará.

- Dominic - suspira.

- Suelta el pasado de una buena vez, Christopher - le digo cansado.

Escuchamos un ruido y nos acercamos para ver a Megan bajando por las escaleras de casa enfundada en un elegante vestido color bordo y no pierdo de vista la cara de mi hermano al verla bajar.

- ¡Un fuego! - exclamo solo para molestarlo.

- Cállate - sisea Chris.

- ¿Qué tal estoy? - pregunta mi cuñada sonriendo.

- ¡Un fuego! - repito haciéndola girar.

- Déjala, Dominic - gruñe mi hermano.

La fiesta se basaba en subastar los cuadros de Constanza en la galería Nacional y también se había invitado al personal de nuestra empresa para contarles del nuevo edificio donde será la nueva sucursal.

- Dominic - dice Jud llegando con Antón. La cara de incomodidad que tenía por tener a mi guardaespaldas cerca después del momento de esta mañana era memorable pero él ya estaba acostumbrado a salvarme de cosas vergonzosas por eso se merecía que le aumente su sueldo.

- Cuando vaya a salir me avisa, señor Dominic - dice.

- Te avisaré - respondo clavando mis ojos en la mujer más hermosa del mundo, sus mejillas estaban coloradas y ese labial rojo que llevaba en sus labios eran una completa tentación. - Sexy, como siempre - la halago tomando sus manos.

- Demasiada gente, cerca - murmura.

Observo a mi alrededor y si mucha gente curiosa que nos miraba con atención pero no éramos los únicos también había miradas sobre Christopher y Megan, ellos ni registraban eso solo caminaban tomados de la mano con tanta seguridad sin importar lo que dirían, me encantaría que Jud sea así.

- ¿Te avergüenza estar conmigo? - le pregunto.

- No es eso - responde rápidamente.

- ¿Y entonces que es? -

- No quiero que digan que soy tu zorra - reconoce avergonzada.

Levanto su rostro para que me mire a los ojos. - No eres mi zorra, no te trates de esa forma -