Capítulo 18. De nuevo, muerte en el cruel mundo

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-Técnica Maestra... -Mis ojos se entrecerraron, tratando de mirar a través de ella... Él... Como sea. Estaba realmente enfadado, así que también debe haber sido por eso.-

-El décimo tercer descendiente... ¿A por qué vienes, niño? -Su voz serena resonaba tras la máscara. Además de eso, su voluntad era inquebrantable.-

-He venido a por la anterior Técnica Maestra. Y me vas a decir dónde est-

-Esta muerta.

La facilidad con la que lo dijo era despedazadora, destructiva, y que helaría la sangre a cualquiera que la escuchara. Igual que me pasó a mí. Perdiendo levemente el equilibrio y dejando de presionar la espada, la Técnica Maestra actual vuelve a poner las manos en la espalda, aún mirándome con los ojos de la máscara, iluminados en azul claro.

-¿Tienes algo más que decir, Elegido? -Queria que me fuera cuanto antes, había perturbado su soledad y la había atacado sin motivo alguno.-

-Si... Tengo tres preguntas.

-Adelante. -Un enorme suspiro sale de detrás de su máscara de metal, y sin quitarme la vista de encima, se apoya en la pared que ha cerrado.-

-¿Tu mataste a la Técnica Maestra?

-Con mis propias manos, si.

Su voz era imperturbable, aún tratando un tema como este, parecía un robot.

-Y... ¿La Técnica Maestra anterior, era familia tuya?

-Para ser más exactos, mi hermana.

Matar a su hermana con sus propias manos... ¿Quien demonios es esta tía? ¿Ni tan siquiera sintió miedo, odio? ¿Su hermana pidió piedad? ¿Gritó? Casi estoy por vomitar...

-¿Y que relación tienes con el puesto de Técnica Maestra... Y tu materialización del Cosmos? -Mi voz sería se parecía a la de Ray... Y parece que he captado su atención al fin.-

-Vaya... Eres un niño bastante inteligente... Y cómo sabes de eso, confirma mi teoría de que eres el Elegido. -Con un rápido giro de su mano, una espada de energía sobresale de su manga, y me apunta con ella.- No saldrás vivo de aquí.

-No te equivoques, Teira. -Una voz suena desde detrás del ente morado.- Tu no saldrás viva de aquí.

Era Apolo, con su espada de energía naranja en su mano y una esfera de fuego chisporroteante en la otra.

-Nathaniel, déjame esto a mi. -El visor de Apolo se enrojece, tomando un intenso carmesí, y lanzándose a toda velocidad contra Teira, colisionando espadas.

-Apolo... Realmente eres una molestia... -Teira parecía ser menos robot ahora, y expresar algún sentimiento... Miedo. Aún así, también estaba confiada.- Nadie escapará de aquí.

En ese preciso instante, cuando Kray iba a decir "¿Y quién lo decidió?", el ente de Cosmos morado, Coder, se funde en la torre, y esta se empieza a romper, partiéndose como si estuviera hecha de cristal.

-No. Nosotros escaparemos. -Kray estaba decidido, no podíamos morir aquí.-

Kray se lanzó contra Teira, a una velocidad alta, tratando de asestarle un golpe. El golpe impactó, pero le dió directamente en la máscara, lo que hizo que se partiera en mil pedazos. Y entonces, pudimos ver la verdadera cara de Teira.
Una mujer de tez pálida y facciones bien cuidadas, con un ojo verde, y el otro completamente vacío, con un simple punto dorado en el centro. Su pelo, dorado y zigzagueante en las puntas, se extendía hasta el final de su cuello, tratando de esconder las marcas de remaches metálicos. Bingo.

-Ahora si que me habéis hecho enfadar... -Extiende una mano hacia el cielo, y una parte de electricidad morada se extiende hacia el cielo.- ¡¡VEN, PARADOX, Y OTÓRGAME EL PODER DE LOS CIELOS!!

Kray trato de dar un segundo impacto, pero lo único que ocurrió fue que una descarga morada pasará a través de su poder de cristalización, haciendo estallar su arma. Todos retrocedimos, impactados e impresionados a partes iguales por el enorme poder que desprendía esa cosa. Ya no eran Teira o Coder... Ahora eran un enorme coloso de metal...

-Tancorau... -Hasta Apolo parecía haber recuperado parte de su humanidad.- Las leyendas son ciertas, al parecer.

-Con leyendas o sin ellas, ¡VAMOS A TUMBAR A ESE BICHO! -Clover estaba rebosando adrenalina... Y eso no era bueno, pero para el titán.- ¡¡MERCURY!!

Convirtiendo parte del suelo en un líquido plateado, parecido al mercurio, Clover se rodea con el, generando lo que parece una especie de armadura.

-¡Yo os cubro, vosotros desconectarlo! -Clover nos sonríe por un momento, y luego vuelve a mirar a Tancorau.- Como suelen decir en mi familia... Cuanto más grandes son...

-¡¡NO TE LO PERMITIRÉ!!

Tancorau, lanzando un grito desesperado, genera una onda de electricidad que se dispersa a todos lados, pero que Charlie y Apolo absorben, uno con su sombrero y el otro con su propio cuerpo. Y ambos tocan la espalda de Clover.

-Dinamismo Omega. -Apolo suelta esas palabras como si nada, y Clover se envuelve en un aura dorada extrema. Su poder de energía es tan alto, que el cielo, antes nublado, se ha despejado.

-¡¡¡MAS FUERTE ES SU CAÍDA!!! -Clover se estira hacia los lados, con su adrenalina característica.-

Con este grito, una cantidad enorme de presión aparece, pero en forma de relámpago, que impacta de lleno contra el titán. Aún esté pudiendo absorber el trueno, aparentemente inefectivo, el mercurio del cuerpo de Clover iba con este, y habiendo absorbido el trueno, su cuerpo pesa por la gravedad y la presión del mercurio, pero de manera interna. La torre se empieza a derrumbar, por la gravedad aplicada al enorme titán. Y un enorme estupendo empieza a escucharse, haciendo temblar toda la plataforma voladora.

-¡¡Tíos!! -Arknal nos llama, haciendo señales para que vayamos con el.- ¡Esto hará capúm pronto, pirémonos!

Corriendo hacia Arknal, este se convierte en su forma de dragón, como si fuera un enorme dragón de la mitología oriental, y todos nos subimos en el, preparados para despegar.

-Bien, ¡agarraos!

Arknal alza el vuelo, alejándose a toda velocidad de la zona de la torre, y llegando en escasos minutos a la zona del final de la aeronave. Todos pudimos observar la enorme explosión que formó la aeronave, y sentir la onda de sonido y viento que arrasaba con todo. Por suerte, no llego a la ciudad.

-Dios... Ni tan solo quiero pensar que demonios nos habría pasado si nos hubiéramos quedado ahí. -María estaba enormemente aliviada...-

-No cantes victoria tan pronto, María... -Aunque hablaba con naturalidad algo le preocupaba.-

-¿Que ocurre Kray, amigo? -Intenté ayudarle, dándole mi apoyo.-

-¿No nos hemos subido todos...?

-Claro que si, tronco. ¿Por qué lo dices?

-Entonces... -Mira al enorme cráter y lo poco que queda de la aeronave.- ¿Porque faltan tantos...? Solo somos seis, contando a Ark.

-No es verdad, ¿cierto Viole-

Un silencio sepulcral nos invade. Apolo, Elena, Álex y Violet no estaban encima de Arknal... No estaban con nosotros. Y el cielo se nubló, empezando a llover.

Pero un rayo de luz salió de la nada.

-Cierto, Clover.

[Las Sombras De La Torre]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora