Capítulo 13. Prueba de coraje

27 2 1
                                    

Algo me impide respirar con normalidad, por lo que me despierto tosiendo en una sala con las paredes de piedra y un humo gris envolvía el ambiente.
Y encuentro la fuente de ese humo, un cañón humeante en manos de una mujer bastante alta, con un extraño sombrero que tapaba su pelo corto caído hacia un lado, tapando la mitad derecha de su cara. Tenía un uniforme extraño, supongo que de alguna asociación de Los Técnicos, pero no estoy seguro. Sea como fuere, la mujer me apunta directamente con el cañón.

-¿Porque estas aquí?

Su forma de hablar era muy tosca y por poco me da un ataque al corazón ver un maldito cañón justo frente a mis ojos nada mas despertar, pero una mano gentil baja el cañón humeante.

-Tranquila, Helen... -Hablo una voz masculina- Seguramente estos sean quienes nos habló Gus.

-Ese hijo de puta se fue sin decirnos nada... Sera mamón. -La mujer refunfuñó- ¿Por qué demonios no nos ha llevado con el, Han?

-No tengo ni perra idea, pero seguramente no haya ido muy lejos.

-Esta en la taberna, esperando a que salga con vosotros...

Ambos se me quedan mirando, patidifusos. Helen se ríe, pero Han me mira con cierta confusión.

-Tú vas con ellos, ¿cierto? -Dejo de reírse y me miró.-

-Si con ellos te refieres a otras siete personas que estaban conmigo, si. -Mire a Helen.-

-¿Y por qué no has querido actualizarte como ellos...? -Me miró Han.-

-Espera, ¿que? -En mi cara se formó un cuadro.-

-Si, ellos han ido a actualizarse... Dijeron que no se querían pudrir aquí... -Helen sonrió a Han.-

Estaba fuera de mi ahora mismo. Se supone que éramos un equipo... Exacto, éramos... Pero no lo comprendo... Pero no me hacia falta hacerlo, un grito desgarrador saliente del fondo de mi alma retumbó por todas las catacumbas y todas las celdas y, aun estando atado por las manos, asesté un fuerte cabezazo contra los barrotes de metal que allí habían. Pero para mi mala suerte, no todo iba a ser tan fácil. Una fuerte descarga eléctrica me dejó tirado en el suelo, chamuscado.

-Deberías reservar toda esa energía para luego, Elegido... -La mujer me miró.-

-Va-vale... -La mire con las pocas fuerzas que me quedaban.-

-Tranquilo, tenemos una manera de huir... Helen. -Han hizo una señal a Helen, quién cargó su cañón.-

Y, apuntando a una pared, Helen dispara su cañón humeante con una esfera de energía explosiva, derrumbando la pared.

-¿Cuanto tiempo lleváis planeando esto? -Los miro, extrañado y con una mano en la nuca.-

-Nada, es improvisado. -Helen rió un poco.-

-Adelante, Elegido... Los héroes primero... -Han me dejó el paso.-

Mi mente me dice que no vaya por ahí, pero mi cuerpo me decía que tenía que ir por ahí si o si. Al atravesar la espesa capa de humo, caigo a una sala y piso algo que cruje. Son placas de metal, pero hay algo mas... Cráneos. Humanos. Ambos caen después de mí, y genero una pequeña llama en mis dedos para iluminar la estancia. Es una estancia circular bastante amplia, con las paredes muy desgastadas y varios trozos de metal y cadáveres por esparcidos por el suelo.

-Debe ser donde iban los "residuos", los "desactualizados" o los que fallan durante la actualización. -Han hizo una cara de asco.-

-Espera, ¿la actualización puede fallar? -Se formó una mirada penetrante y vacía.-

[Las Sombras De La Torre]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora