[Las Sombras De La Torre]

Capítulo 4. Destino de la descendencia

Intento abrir mis ojos, pero no puedo. Intento levantar una mano, pero mis extremidades no se mueven. No puedo hacer otra cosa más que pensar... Y escuchar una voz femenina...

-Despierta... Vamos, despierta... -La voz era calmada.-

Más tarde, escucho otra diferente, pero seguía siendo dulce y cariñosa.

-Hey, despierta.

Otra voz completamente diferente, esta parecía de alguien egocéntrico y sabelotodo, pero respetuoso.

-Tantas horas de sueño son malas para tu cerebro, deberías despertar.

Y entonces escucho una voz muy familiar. Era Kray.

-Que tal estás durmiendo, ¿bello durmiente?

Al fin consigo abrir un poco mis ojos y logro visualizar a dos chicas, a Kray y a otro chico. Aunque siento otra presencia...

-Veo que ya has despertado, Nathan. -Era Zannia, la profesora.-

-E-eh... Mi cabeza... -Me llevo la mano a la frente.- ¿Do-donde...?

Estoy desconcertado. No estamos en el instituto, pero Zannia esta con nosotros... Intento volver a localizarme, que mis sentidos se estabilicen... Y recupero más o menos la consciencia, la visión y la movilidad.

-Profesora, ¿Donde demonios estamos yendo?

-Estáis yendo a La Torre de Paradox. Sois los más capacitados para enfrentaros a el, así que deberéis subir su torre y enfrentaros contra él en el último de los pisos. -Zannia seguía con su serena y dulce voz de siempre.-

-¿Que? ¿Nosotros? Profesora, solo somos estudiantes...

-Ya, pero también sois los que nos salvaréis del colapso del multiverso.

-Por lo que tendremos que trabajar juntos, supongo...

-Exacto.

En ese preciso instante, el carro que nos llevaba frenó en seco, dejándonos delante de una gran puerta plateada, con un extraño símbolo rojo en el centro. Si, era la entrada a la torre de Paradox, y parecía muy grande. Ambas cosas, la torre y la puerta. Eran colosales.

-Bien pues, tomad vuestras cosas y salvad el multiverso, chicos. Sois nuestra última esperanza...

Kray ya había entrado, seguido del chico y las dos chicas que venían conmigo.

-Bueno, Nathan... Parece que tu camino como Elegido y decimotercer descendiente empieza aquí... Te deseo la mejor de las suertes. -Zannia me sonreía.-

Desde el otro lado, Kray me estaba gritando.

-¡Vamos Nathan! -Saltaba mientras gritaba.- ¡El multiverso no se salva solo!

-Gracias profesora... -Miré a Kray.- ¡Ahora voy, Kray!

Corro hacia la puerta, mientras el carro que nos llevaba hasta donde estamos ahora mismo se aleja en el horizonte con Zannia diciéndonos adiós desde este.

-Parece que tendremos que trabajar juntos... -Dice Kray cuando llego con todos.-

-Si, eso parece. -Una de las chicas estaba despreocupada, bastante cerca de Álex.-

Un largo silencio se forma, bastante incómodo.

-Y... -Dije mirando a la puerta.- ¿Esto cuando se abre...?

-Ni idea... -Respondió Kray.- Bueno, diría que este es un buen momento para presentarnos, ¿No?

-Tienes razón, Kray. Bueno, yo soy-