Una propuesta, un beso y el mundo entero

El inicio del proyecto

Castiel

Me levante para organizarme, hoy empezaba el proyecto comunitario de construir una escuela para personas de bajos recursos. La cocina se supone que sólo era para los estudiantes que íbamos a construir, sin embargo, nos dijeron que debíamos hacer más, por si venía gente de la directiva o los propios habitantes que se beneficiarían con la escuela. El realizar la escuela, el construirla me gustaba la idea, sobre todo porque se armaría una sala de música, a la que podría modificarla. 

Al no poder estar en la parte de construcción de la escuela, al menos las dos primeras semanas, estaría en la cocina. Había quedado que Nathaniel saldría del cuarto para que los estudiantes no empezarán a preguntar por él, pero no se haría actividades muy pesadas o sólo haría las cosas por un corto tiempo para evitar que algo les pase a sus costillas. Además, de que elegiría una sola parte del día para ayudar, el resto, será solo el que revisa que todos en la cocina estén trabajando. 

El inspector no volvió a insistir en llevarlo de vuelta a la casa, empero, estaría muy pendiente, además, de que antes de empezar el proyecto, había dicho que quería ver si Nath quería hablar con un psicólogo. Claro, que esté dijo un rotundo no, cuando le explicó que se le avisaría al padre para que cubra el 55% de la consulta. Esté se había mostrado más tranquilo y dispuesto a ayudarlo cada que podía. 

- ¡Nath! ya deberías estar despierto, debes estar listo para ir a cocinar - Tomando en cuenta que eran las 4.30 am sí era normal que se haya vuelto a dormir. 

- ¡Cas! ¿Qué hora es? Estoy listo en 10 minutos, sal de la habitación mientras me levanto - Solo rodé lo ojos y le quite la sabana - ¡OYE! 

- Eso debías hacer hace 20 minutos y vuelvo y sigues acostado, arriba, saldré cuando te vea fuera de la cama. - Sonreí cuando se levanto me quedo viendo y se fue para la ducha, sólo ahí me dirigí a la cocina a realizar un café rápido. 

Nathaniel

Cuando ya me estaba bañando, toque la venda, el día de ayer Castiel me había ayudado a cambiarla. Me sonroje, era la primera vez que alguien que me atraía (un poquito) me tocaba tan de cerca, sin contar que no había dejado de pensar en sus labios. Salí rápidamente, al sentir que ya me había demorado bastante y al parecer estábamos atrasados, ahora que me cambiaba, era una de las primeras mañanas que me sentía tranquilo en mucho tiempo. 

Hable con el inspector para que se me permita realizar actividades simples, y así no levantar sospechas de lo que estaba pasando. En un inicio me había inscrito para estar en la obtención de materiales escolares como libros, útiles escolares, maquinas de comida;  es decir, buscar auspicios. Ahora, las dos primeras semanas estaría cerca de Castiel. También, me disculpe con docente, al que le dije algo por encima, sin entrar en detalle, y él tampoco me obligó. Además, llegamos a un acuerdo, si ayudaba con las supervisiones en la cocina sin intervenir y seguía al pie de la letra las indicaciones del medico hasta las últimas semanas, se me quitaría la suspensión en el colegio. 

- Estoy listo Castiel - Me regreso a ver, al tiempo que me entregaba un te con las pastillas, no había tomado café, la doctora dijo que era mejor si lo dejaba fuera de mi dieta por algunos días. - Empezaré a tomar café en tres días, y no me importa lo que digas, es mi batería. 

- Lo que digas Nath, pero apura, llegamos tarde. Dicen que esta semana habrá un cocinero viendo como hacemos las cosas, estaría mal llegar después del profesor. 

- Debías haber empezado por ahí - Apure el café. Me lave los dientes y salimos del cuarto hacia la cocina en la que estaría por dos semanas. 

Lysandro