No estas bien

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*me di cuenta que puse una semana, el viaje es de un mes*

Castiel

Me levante con dolor de cabeza, dirigí mi mirada a la cama de Nathaniel y este parecía muy entretenido en un libro de portada negra. Sin saludarlo me metí al baño a tomar una ducha para que me baje un poco la cruda, cuando salí, estaba envuelta la toalla en mi cintura y mi compañero de cuarto me miró y me pareció que se sonrojo y bajo la mirada hacia su libro. 

Me fijé en que haya acabado de comer, había dejado la mitad del plato. Me parecía bien. Para aclarar llegamos en la madrugada y pase dos días con Nathaniel, la noche del segundo me la pase con Lysandro y hoy era el tercer día y le haría un interrogatorio a Nathaniel.

Me levanté y le arranqué el libro de las manos, me miró con reproche y me intentó quitar el libro pero yo lo lance a mi casa y el sólo bajo su mirada a sus manos.

— Dame mi libro ahora mismo — Parecía enojado, pero sin fuerza

— ¿Puedo acabarme la carne? — ignore su petición del libro, el asintió y empezó a intentar levantarse. — Te quedas ahí — Lo dije alzando un poco la voz, lo que no me esperaba es que se sentará muy recto en la cama y bajará la vista y empezará a temblar.

Me asusté, nunca había visto reaccionar de esa manera a alguien. Lo quedé viendo un momento y vi que cerraba en puño su mano, y esa se estaba volviendo blanca. Con cuidado acerque mi mano y empecé a hacer círculos hasta que me miró. Pareció que se empezaba a tranquilizar y no me quito la mirada de encima hasta abrir por completo su mano, como resultado estaban las marcas de sus uñas en las palmas.

Se quiso parar para salir corriendo, pero estaba demasiado aturdido por lo que se tropezó con sus propios pies. Y cuando me quise acercar, parecía estar tan enojado que empezó a golpear el suelo. A este punto creí que estaba loco, no era normal la forma en la que actuaba. Estaba decidiendo si llamaba a la doctora o intentaba ayudarlo. Al final vi como ya no sólo golpeaba sus manos sino que empezó a rasguñarse, fue cuando reaccione.

Me levanté para seguidamente abrazarlo por la espalda, se resistió un poco y luego sólo empezó a contar, me di cuenta que no era la primera vez que pasaba y no sólo eso, sino que el se estaba tranquilizando sólo. Por lo tanto no era trató su problema.

La forma que lo tenía abrazado me permitía tomarle las manos, eso hice y empecé a tararear en su oído, eso parecía que realmente lo calmaba ya que recostó su cabeza en mi pecho.

— Vamos a que te recuestes en la cama, el piso está muy frío. — me sujeto fuertemente de los brazos y parecía que era más pesado. — Nathaniel, necesito ponerte en la cama, me quedaré contigo hasta que te sientas mejor. — No me soltó pero ya no piso resistencia.

Lo levanté de forma que pueda caminar y camine de espaldas hasta sentir mi cama y me senté, llevando a Nathaniel conmigo. Ya que lo tenía sentado en mis piernas y él parecía no quejarse, sólo miraba el suelo.

— Perdón — Dijo Nathaniel en un susurro. — Yo, mmmmm... normalmente estoy sólo cuando me sucede esto. No tenías que ver todo el espectáculo. Perdón — Empezó a alterarse de nuevo

— Hey tranquilo, tranquilo. Vamos a salir, ponte algo para ir al bosque — Lo levanté con cuidado y lo empuje apenas para que vaya vestirse.

— No quiero salir, prefiero quedarme a dormir — Apenas y lo escuchaba, estaba hablando tan bajito. En un arranque de no se que, sólo lo abrace, le di la vuelta para quedar cara a cara y volví a abrazarlo. Él no reaccionaba, parecía un ser inerte hasta que puso su mejilla en mi hombro.

— Vamos, vístete, no haremos nada cansado, un poco de aire te hará bien. — Se lo dije, mientras acariciaba su espalda.

— Sal — Me sorprendí por la orden, pensé que ya estaba aceptando que estoy ahí, para el — No me cambiaré delante tuyo — Dijo mientras se separaba del abrazo. Yo moría por hacer una broma de su vergüenza, pero parecía tan frágil.

— Bien, te espero en la cocina, prepararé algo de llevar. — Despeine un poco su cabello y cuando estaba por salir, escuche como Nathaniel pedia que le prepare un café. Sólo asentí y me dirigí a la cocina.

Una propuesta, un beso y el mundo enteroWhere stories live. Discover now