Conciendote sin querer parte II

580 35 5
                                    

Si que parecía no querer soltarme, solo que bueno era una rama y se podía caer y ahí si seriamos perseguidos por abejas, mierda pero si lo movía no sabia como iba a reaccionar. Así que empece a cantar para tranquilizarlo, el empezó a separarse para verme asombrado de que cantará, ahora que tenia su atención y no estaba siendo abrazado, podíamos bajar. 

- Bien, hay que bajar. Vas a bajar primero - Lo ubique en el otro lado del que estaba el panal y este empezó a bajar, callado. Lo cual también era raro, más lo fue que cuando tocó el suelo, solo salió corriendo, ni siquiera me espero a que bajará. Al menos no se perdería las cabañas estaban muy cerca. 

Nathaniel 

Me sentía idiota, en todo mi complejo de ser reservado me había mostrado débil frente a Castiel, que iba hacer, ahora me molestaría más, además de sentirme realmente bien en sus brazos, me sentía protegido, pero que idiota soy. Se lo dirá a toda la academia y yo salgó corriendo, más patético no me pude haber visto.

Sentí como abrían la puerta y me recosté para parecer dormido, pero al parecer no funciono porque alcance a ver como Castiel se sentaba en los pies de mi cama y luego empezó a moverme, maldita sea. 

- ¿Que quieres? Si te vienes a reír, hazlo y déjame en paz. Quiero dormir - Trate de volver a cobijarme tapándome hasta la cabeza. Hasta que sentí que en vez de irse empezaba a acariciarme el pie, de una forma muy relajante pero que hacia que dieran ganas de llorar y sin poder evitarlo solté algunas lagrimas. 

- Oye, no me voy a burlar. Todos tenemos miedo a algo y más si somos alérgicos a estos. Destapate la cabeza, por favor. - A pesar de querer hacerlo, sin darme cuenta empece a sacar la cabeza de las sabanas - Ves, no me estoy burlando, ni te voy hacer daño. - Sonrió como queriendo transmitir confianza, hasta que sentí una molestia en el pecho y me empezó a faltar el aire - Hey! ¿Que te sucede? 

- A-aire, n-no p-puedo r-es-pir-ar - Castiel me sentó apoyándome en el espaldar de la cama y yo empece a tomar bocanadas de aire, hasta que volví a respirar - Quiero salir, yo debo salir - Esta empezando a levantarme, cuando el me tomo de los brazos y me volvió a sentar, me removí incomodo. 

-Nathaniel, necesito que te tranquilices. No vas a salir en estas condiciones, se te puede mover de nuevo las costillas. Vuelve a acostarte, me quedaré aquí hasta que duermas. Me tomo del mismo modo que me había cargado todo este tiempo, solo que ahora duro un segundo, poco después me acomodo y me cobijo. Parecía tan diferente, tan amable, que solo me deje hacer. Pero todo esto hizo que algo dentro de mi cerebro que ya no recordaba apareciera. Sin querer empece a llorar y retorcerme. - Oye , oye que sucede - Se notaba que no sabia que hacer, sin embargo solo, me movió un poco, se recostó al lado mio. Me abrazó, al principio sentí miedo pero luego cuando sentí su olor me empecé a calmar - Tienes muchas preguntas que responder, pero ahora a dormir - Apagó la lampará, que era lo único que quedaba prendido y no se despegó a mi, empecé a quedarme dormido 


Una propuesta, un beso y el mundo enteroWhere stories live. Discover now