—Te ves hermoso hoy, Ángel. —le dijo Yoongi con una leve sonrisa dejando a la vista sus curiosos dientes. 

—Como siempre... —murmuro Jimin con una pequeña risa, Yoongi se impresiono por la respuesta y rio por igual. 

—Te he vuelto un niño muy vanidoso, Jimin. — Jimin negó y bajo la mirada con timidez. El pálido aprovecho para dirigir su mano libre hacia donde Jimin y tomar la suya y apoyando las dos en la pierna del menor sin alguna insinuación o gesto sexual, siendo completamente cariñoso y dulce acariciando la suave piel de su menor y brindándole completa tranquilidad y calidez.

— Yoongi Hyung, ¿Por qué te desapareciste así? No me hablaste, ni mandaste recados por medio de ChaeYoung. —cambio el tema borrando su pequeña sonrisa y mirando fijamente a Yoongi el cual en ningún momento despego la mirada del camino.

El entorno se había vuelto tranquilo de un momento a otro, el cielo se nublo dejando apenas visible uno que otro rayo de luz y resaltando los coloides de la luz pasando por el cristal dando un toque relajante al momento, juntando el hecho de que las manos de los dos compañeros se centraban entrelazadas y la de Jimin siendo acariciando por el pulgar del mayor haciendo que el momento fuera realmente perfecto.

—He tenido problemas en casa y en la empresa, nada importante por lo cual tengas que preocuparte Jiminie.

—Entiendo... Yoongi. —le llamo con un tono delicado en su voz y apretando un poco más la mano del pálido—Te extrañe, mucho. —murmuro apartando la mirada con sus mejillas completamente calientes por el momento. 

—Yo igual te extrañe, más de lo que imaginas. —le respondió el pálido dedicándole una hermosa sonrisa a Jimin, este solo hizo un leve asentimientos y sonrió ahora entrelazando sus dedos con dulzura.

Y no, Yoongi no estaba mintiendo en lo absoluto. 

El pálido sentía extraño el no levantarse todos los días y correr a alguna tienda para comprar dulces y snacks para pasar la tarde con Jimin, o dormirse pensado en algo nuevo que hacer el siguiente con el menor y no llevar la misma rutina. Tener todos los días loa abrazos del pequeño Park, tomar sus lindas y pequeñas manos y sobre todo sentir eso pequeños pero gruesos labios tan suaves y adictivamente peligrosos. 

Todo era como si se levantase sin algún motivo, como si el día fuera lo más casual del planeta. Solo levantarse, alistarse, comer, ir a la empresa, regresar a casa, comer, tomar una ducha y dormir. Yoongi odiaba por completo aquella rutina. Él no quería eso, él quería levantarse, alistarse, comprar dulces pata el menor y pasar el resto del día con aquel chico tan dulce. 

Por otro lado, Jimin sufría pensando en que Yoongi le había dejado, a veces haciendo que pequeñas lagrimas se deslizaran por sus mejillas recordando los dulces momentos con Yoongi y pensando el repentino abandono. Teniendo que ver a ChaeYoung y conteniendo sus ganas de preguntarle acerca de su hermano, Jimin no quería verse desesperado o hacer sospechar a ChaeYoung; Jimin no quiere romper el corazón de ChaeYoung. 

En verdad lo dos se extrañaban mutuamente.

Por primera vez, Jimin y Yoongi coincidieron en un sentimiento especial: La necesidad. 

En el momento en que Jimin recibió una carta de parte de Yoongi, sintió como su estómago se revolvía de la felicidad y todo se volvía de color rosa a su alrededor al momento de leer la pequeña frase de ''Mañana tendremos una cita, Ángel. Te sacare de aquel castillo hechizado y protegido por la bruja malvada. Pasare por ti temprano, ponte lindo como siempre. – Yoongi"

Jimin amaba como Yoongi se refería su relación como una película de amor fantasiosa. Yoongi cumplía todas sus expectativas haciéndole delirar y caer aún más profundo en ese encantador sueño el cual lamentablemente no duraría mucho para él. 

Matrimonio |YM|  A̶d̶a̶p̶t̶a̶c̶i̶ó̶n̶Where stories live. Discover now