22. Todo lo malo puede ir peor.

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Doyoung no le hablo al día siguiente, no puso la mirada una sola vez sobre él y su lobo gimoteaba dolido ante eso.

Sus betas eran la misma historia.

El partido de béisbol lo perdieron, nadie tenía ánimos de nada gracias al olor que irradiaba el Alfa.

Jaesang estaba furico pero no se acercaba a Doyoung, Donghyuck estaba deprimido y ni siquiera Mark podía hacerlo sentir mejor.

El pelinegro no solo había decidido ignorarlo sino que también le estaba haciendo lo mismo a sus cachorros, hasta Sungkyung, quién no era un lobo estaba toda melancólica y los intentos de su novio, Woosung, iban a saco roto.

El miércoles tomo la decisión, al menos sus cachorros merecían convivir como debe de ser con su humano favorito.

No sentía ningún remordimiento por saber a Jisoo en la enfermería, al contrario, el sentimiento le era agradable y hasta lo hacía respirar tranquilo.

—¿Dónde llevas eso? —Lucas estaba en la sala de estar de la mansión mirando distraídamente su celular —. ¿Ha pasado algo?

—Regreso a casa —respondió con simpleza, en menos de tres segundos toda la manada estaba ahí.

—¿Qué? —dijo Mark.

—¿De qué estás hablando? —cuestiono Yeri.

—¿Por qué? —dijo esta vez Yuhno.

—No puedes hacer esto —susurro Donghyuck, él era el cachorro más afectado. Era quien tenía una relación más cercana al Alfa y al humano, tenía todo el derecho de estar triste.

—Estábamos muy cerca —apunto Sungkyung con incredulidad.

El Sheriff Kim,Suhee,Taeyong y Woosung observaban todo con la duda reflejada en el rostro.

—No estábamos nada cerca —siseo, deteniendo los murmullos —. Me voy porque ustedes han visto como me ha ignorado durante días gracias a su queridísima prima, y sé que a ustedes también les afecta —suspiro y paso una mano por su rostro, tomo la mochila que había dejado en el piso y dio un par de pasos hacia la puerta.

Otros ojos rojos brillaron en reconocimiento.

—No acepto quejas —sentencio siquiera antes de que sus betas dijeran algo más. Jaesang  observaba todo junto a Yuhno, él sería quien haría reaccionar al humano aún si eso le costaba una mano —. Cuídalo —pidió dando una palmada en el hombro de Ten —. Les veo en casa.

...

...

...

Tan pronto puso un pie fuera de la mansión sintió como su fachada se venía abajo, los chicos aún dentro de la construcción tirando los lazos pero no volvería. Sabía que le causó el daño suficiente al pelinegro y que ya no merecía más, merecía ser feliz aún si eso no era a su lado.

Johnny le percibió, escondido detrás de una de las casas contiguas a la del Alfa. El lobo suspiro y dio unos pasos hacia ahí.

—Me arrepiento mucho de decir que solo eras mi hermano —hablo lo suficientemente alto para que el humano le escuchara después de cerciorarse que no había ningún beta cerca —. No sé si fue el miedo —confeso con pesar —, o el hecho de que recién levantaba —soltó una risa carente de emoción.

»Y no, ya no pienso insistir en esto, si tú dices que estás bien aquí, que le amas y deseas quedarte, adelante, te libero de la manada Suh—sus nudillos se tornaron blancos en las asas de su maleta —. Te dejo aquí para que seas feliz, y no me importa que no sea a mi lado porque sé que es mi culpa pero, si es la última vez que sabré de ti, debes conocer lo que siento.

¡Ese Novio es Mío! [JOHNDO]Where stories live. Discover now