5. ¡Hey!

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Decir que la llamada lo había hecho entrar en un bucle de felicidad era poco.

Y si le sumamos el hecho de que era él único que sabía de su regreso y al único al que le había llamado para pedirle verlo después de prácticamente recién bajar de avión era poco.

La llamada había llegado con una semana de adelanto, recuerda como se desconcertó al ver su nombre en la pantalla así como también recuerda que el celular por poco se le cae cuando salió de su shock inicial y como Yuhno se burló de él.

La semana de antelación si bien le causo felicidad también le hizo pensar en lo que había pasado entre ellos, y Johnny sabía que había mentido a la manada.

No veía a Doyoung como su hermano, vale, le tenía confianza como dejarle su Camaro y su vida pero había más que eso. Mucho más.

Y bien, puede que Sungkyung tuviera razón.

Él mismo se había sorprendido varias veces al verse en el espejo mientras pensaba en Doyoung al mismo tiempo, se había dado cuenta de cómo sonreía para el humano y como éste hacia lo mismo para él. También había notado como era de poco el tiempo que podían pasar lejos el uno del otro y como al estar en la misma habitación está se cargaba de paz, de sentimientos que hasta a él aturdían como para poder ponerles nombre.

Se había dado cuenta de que había gestos que solo él reconocía en el pelinegro y viceversa, se había dado cuenta de que siempre que estaban cerca habían roces, unos inocentes como una inocente mano descansando en su brazo, su mano en el centro de la espalda del pelinegro, su mano en la cintura del contrario, la mano de Doyoung inconscientemente descansando en su muslo, los abrazos no planeados... Había mucho entre ellos, y el lobo no quería seguir ignorándolo.

Hablaría con Doyoung, le diría todo de frente. Le contaría como tenía miedo de que lo rechazara o que si algo salía mal entre ellos afectará su relación como amigos o con la manada en general.

Por que Johnny lo sabía, si perdía al pelinegro lo perdía todo.

Si bien Doyoung lo había conocido en una situación un tanto "incómoda" eso no había hecho ningún estrago en como su amistad se volvió cada vez más importante en su vida.

Johnny tenía miedo, miedo como el carajo. Sabía que si pudiera solo correría a su cuarto y se metería debajo de las sábanas para esperar que pasara todo o bien, llevaría una pequeña linterna consigo y se quedaría debajo de la cama por unas horas mientras pasaba el peligro.

Por que así lo sentía todo con el pelinegro, era un peligro. Lo que sentía por el humano era peligroso al ser la única persona que lo podría hacer añicos, era peligroso por qué él era un Alfa, por su manada. Él no quería perder a ninguno e incluso tenía miedo si alguno de sus betas se enamoraba de otro ser supernatural porque definitivamente, conociendo su lado posesivo, sabía que no dejaría ir a ninguno de sus betas detrás de ese ser que había conquistado a sus chicos.  

Aún así fuera Sungkyung, él simplemente no los dejaría ir. No podía y más importante no quería.

—¡Hey!— recuerda que le saludo Doyoung al responder la llamada y cualquier reclamo que quisiera hacerle por todos los meses anteriores desapareció en el saludo.

—¡Hey!— respondió creyendo que era una alucinación y observó a su tío para preguntar si era real, Yuhno solo lo observó confundido.

—Vaya lobito, igual de hablador que la última vez ¿eh?— comento Doyoung con gracia y Johnny no supo si sintió alivio o decepción al ver que Doyoung no hablaba de la última vez que en realidad se vieron.

La conversación no tardó mucho, ya que el lobo casi no dijo nada y solo se maravillo con escuchar al humano como hacía mucho no pasaba.

—Te veo en una semana John— se despidió Doyoung  y el americano le sonrió a su tío, causándole curiosidad.

¡Ese Novio es Mío! [JOHNDO]Onde histórias criam vida. Descubra agora