Durante ese tiempo, Zheng Feiluan no podía dormir hasta el amanecer y a menudo se despertaba temprano en la mañana, su garganta estaba seca, como si hiciera mucho calor en el cuarto.

Levantó el cuello y se sirvió tres vasos de agua de una vez, luego se sentó en la cama, se clavó los dedos profundamente en el cabello y se tiró del cuero cabelludo con fuerza.

Todavía tenía sed.

Estaba loco por tanta sed.

Miro a los cuartos de abajo, hacia la ventana de He An, sabía que el agua que podría salvar su vida estaba ahí, fresca y dulce, pero temía cometer algún error y arruinarlo todo. Sabía que podía controlarse durante el día, pero las cosas eran diferentes por la noche. Durante sus sueños, su conciencia no estaba y el deseo le aconsejaba que fuera por He An.

Las dos habitaciones están separadas por no más de diez metros, si su síndrome volviera...

No quería ni imaginar las consecuencias.

Su sed por las feromonas duró hasta finales de febrero, su sueño cambio de la noche a la mañana, se volvió aterrador: finalmente atrapó a He An. No importaba el lugar donde lo encontrará, lo violaba sin dudar.

En el invernadero de cristal bajo el sol, las macetas con flores cayeron y tierra se esparció por todo el suelo. Encarceló a He An en la esquina del invernadero, obligándolo a arrodillarse, agarrando su cintura y penetrándolo por detrás, entraba y salía ferozmente, pero... no había podido quitarse esa sed.

No funcionaba.

No importaba cuantas veces fueran, no funcionaba.

Las glándulas en el cuello del omega estaba vacías, no importaba cuantas veces las moridera, no salía ni una gota de feromona. El oasis, en donde residían sus esperanzas, era un espejismo de arena. Era una tortura que lo estaba llevando a la locura, sus ojos estaban manchados de sangre, la parte baja de su abdomen está adolorida, abrazo fuertemente a He An, rogándole que le diera un poco de ese olor a lirio de los valles.

Es solo un poquito, por favor, por favor dámelo.

Sin embargo, todo era una ilusión, entonces ¿Dónde podía conseguir el olor a lirio de los valles?

Temprano en la mañana, Zheng Feiluan se despertó por el dolor que no paraba, solo podía escuchar el sonido de fuertes latidos. Estaba acostado en su cama, apretando los dientes, su cuello le dolía. A pesar de que estaba despierto, en menos de 15 min. las sabanas de la cama estaban empapadas de sudor y su miembro estaba adolorido.

Tan pronto como relajó su mente, su muñeca comenzó a dolerle.

Su brazo izquierdo estaba en el borde de la cama, en su muñeca había una fuerte cuerda, estaba atada fuertemente a la cabecera de la cama, tenía una docena de nudos. Cuando hizo un ligero movimiento, su piel desgarrada, le hizo que sintiera un gran dolor, tan grande que jadeo.

Se sentó, apoyó la espalda en la cabecera de la cama y desató lentamente el nudo con la mano derecha.

Se lo ató él mismo antes de acostarse, como era zurdo, se ató la muñeca izquierda. Después de luchar toda la noche, su muñeca estaba llena de sangre. Debe retirar la cuerda con cuidado, para no lastimarse más la carne, debe limpiar la herida y aplicarse yodo, suele atar una cinta oscura para cubrir su herida, no la ata fuerte, pues rosa la herida y le duele. Pero tampoco la debe dejar tan floja, podría revelarse su herida.

Cuando He An le había preguntado por la razón de la cinta, él le había mentido.

Su adicción a las feromonas de He An no es fácil de olvidar, por lo que tiene que recurrir a medidas extremas como atarse con cuerdas, esposas o usar pastillas para dormir.

Perfect Match (ABO)Where stories live. Discover now