XV

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Entramos unos metros al bosque, de tal manera que se vea la cabaña. Tomé aire y lo solté. Cerré los ojos y estiré mi mano, me concentré.

- Muévete, muévete... -me decía a mí misma.

- ¿Estás segura de que funcione así? -preguntó Peter

- Si -respondí

Él no objetó nada, sé lo que hago

Escuché crujidos, las raíces se rompieron y el árbol se despegó de la tierra, lo mantuve en el aire por unos segundos, olía el silencio y saboreaba la tensión.

¿Cuál es el siguiente paso?

Pensé en hacer desaparecer el árbol, pero-

No podía moverme, la fuerza me atrapó, intenté abrir mis ojos, no veía nada.

Empecé a desesperarme.

Quería gritar

Me sentí débil

Tú no tienes fuerza

Cállate

Se dieron cuenta.

- ¿Alice? Alice, ¡detente!, ¡Suelta el árbol, ahora! -gritó Andrew.

- ¡NO ME DETENDRÉ! -respondí

- ¡Alice, esa no eres tú! -gritó Andrew.

Sé que no soy yo, sácame de aquí

El árbol se desvanecía junto conmigo.

Escuché los gritos de mi hermano, suave y muy lejos. Él cerró los ojos, suspiró y deseó que yo lo escuchara.

- Alice, sé que me escuchas, lucha, hazlo por Addi y Emma, ellas te necesitan, te necesitamos

Me conmoví ante esas palabras, mi corazón se ablandó, y tomé fuerza, cómo sea debía liberarme.

Lo logré

Me senté en el piso, escuché el silencio y suspiré, nuevamente cansada. El árbol cayó de golpe. No resistía más, me desmayaba

Todos se acercaron a auxiliarme y querían que reaccionara, lo intenté, pero Peter pensó que atacaría. Y le hizo una seña a Andrew para que se acercara y mi maestra retrocedió unos pasos. Peter sacó la aguja lentamente.

- Alto, por favor, sé que quieres hacer -logré decir y rompí a llorar- Tuve una visión, de...de otro mundo, no era de aquí, ¡oucch! me arde mi herida, la muñeca...-tartamudeé mientras lágrimas le caían sobre las mejillas.

Peter guardó el tranquilizante y me abrazó.

- Vamos a adentro, ya fue suficiente, nos vamos a casa, alisten sus maletas -dijo sin más la Srta. Catherine.

- ¡¿QUÉ?! ¡Y lo que dijo dónde quedó! Necesito una explicación, lo último que diré es que de aquí no nos vamos hasta regresar todos, ¿ME ESCUCHÓ? -gritó Andrew molesto.

- ¡BIEN!, pero tengan por seguro que morirán -gritó la maestra empezando a llorar y corrió a la cabaña.

Parecía asustada, dependíamos de ella, lo último que dije la asustó, a mí también me asusta. Pero no me puedo rendir. Solté el abrazo, y nos paramos para entrar a la cabaña

La Srta. Catherine salió y justificó su actitud

- Perdónenme... yo no sé qué hacer, tienen poderes y hasta ahora no me lo creo, sus amigas están muertas, y.... esto es demasiado, ¿Qué pasa si no logran cumplir con lo que la voz les ordenó? ¿Les digo a sus padres que fallecieron? Iría a la cárcel... -dijo la maestra.

- Si usted se rinde, ira a la cárcel... si nos ayuda, no lo dudo -dijo Peter.

- Tienen razón, no sé en qué estaba pensando - dijo ella

- Ya sé la verdad -dije

- ¿De qué hablas? -preguntó Andrew.

- Lo que se esconde en este lugar, es la verdad del bosque -afirmé.






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Gracias por leer <3

La Verdad del Bosque | ©Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt