❤Capítulo 2❤

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- Venga, te acompaño - dije, sonriendo.
- ¿En serio? - preguntó, como si no se lo creyera. Asentí con la cabeza, sin borrar la sonrisa de mi rostro -. ¡Gracias ___! ¡Venga vamos!
Le di un abrazo a Bill y Georgie le dio otro.
- Ahora volvemos, tu solo intenta no morirte mientras - bromeé, saliendo por la puerta.
Bill había estado muy enfermo aquella semana, y todavía se estaba recuperando. Por pura suerte no me había contagiado, porque antes dormíamos en la misma habitación. Hace un par de días, mamá había hecho limpieza en un cuarto vacío y habíamos movido mi cama y mis cosas hasta él, ahora era mi cuarto, a un par de habitaciones de la de Bill y al lado de la de Georgie.
Cogí el chuvasquero de Georgie y se lo di. Se lo puso mientras yo cogía el mio. En cuanto estuvimos listos, con las botas y el chuvasquero puesto, salimos de casa.
Llovía muchísimo más de lo que aparentaba por la ventana. Me puse la capucha, e iba a ordenar a Georgie que hiciera lo mismo, pero vi que ya lo había hecho y corría a dejar el barquito en una corriente de agua que pasaba al lado de la acera.
El barquito se empezó a mover. Georgie lo miró sin moverse por un tiempo, pero luego, cuando el barco de papel se empezó a alejar, comenzó a correr detrás de él. Yo hice lo mismo.
Georgie reía mientras corría. Yo también reía, mi hermanito era adorable y lo mejor de mi vida.
- ¡Mira como corre, qué rápido va! - gritaba.
Y entonces yo reía más. Pasamos junto a unas vallas. Georgie se agachó para pasar la primera, pero se golpeó la cabeza contra la segunda.
- ¡Georgie! ¿Estás bien? - pregunté, agachándome a su lado.
- Sí... ¡El barquito de Bill! - exclamó, señalando un punto detrás de mí.
El barquito seguía su recorrido sin pararse ni un momento.
- Espera aquí, voy a cogerlo - dije, y salí corriendo detrás del barquito.
Pero ya era tarde. Doblé la esquina con la intención de cogerlo pero este cayó por una alcantarilla. Iba a darme la vuelta para decirle a Georgie que lo sentía cuando este pasó corriendo a mi lado, directo a la alcantarilla.
- George, dudo que lo puedas coger desde ahí, mejor vámonos - le dije, acercándome.
- Hola Georgie - dijo una voz... ¿dentro de la alcantarilla?
Me acerqué lentamente y, sí, había un payaso dentro de la alcantarilla. ¿Qué rayos hacía un payaso en una alcantarilla? Pensé que tal vez era uno de los encargados de limpiar las alcantarillas, que se había vestido de payaso para alegrar a los niños que lo vieran.
Georgie y el payaso mantenían una conversación bastante animada. Supuse que, al terminar la conversación, el amable señor nos devolvería el barco y podríamos volver a casa. Gran error haber pensado eso.
Me senté en la acera de en frente a observar a George y al payaso. Tenía un curioso maquillaje, casi parecía que su cara era así, con esos colores. Por lo menos Georgie se reía con él, a mi no me agradaban mucho los payasos que digamos, pero los soportaba.
Georgie metió el brazo en la alcantarilla para coger el barco. Sonreí, hasta que el payaso abrió la boca de manera imposible y arrancó el bracito de mi hermano.
- ¡Georgie! - grité, levantándome y corriendo hacia él.
Joder, joder, joder, le faltaba un brazo. ¡Un payaso se había comido su brazo!
Estaba a punto de llegar a él cuando una mano salió de la alcantarilla y lo arrastró a la oscuridad.
- ¡Georgie! ¡Noooo! - grité desesperada.
Pero ya era tarde. Fue entonces cuando me di cuenta de que las personas que limpian las alcantarillas en Derry no se meten dentro de estas, y mucho menos en un día de lluvia como aquel. Caí al suelo mojado y teñido de rojo sangre, llorando. Pasé así unos minutos, hasta que mis piernas tuvieron la fuerza justa para volver a casa.
Al entrar, por alguna razón, el ambiente en casa no era el mismo. Era como si faltara algo. Como si faltara alguien. Como si faltara Georgie.
Iba a cerrar la puerta pero ni para eso tuve fuerzas, caí de rodillas en la entrada y comencé a llorar de nuevo. Grité con todas mi fuerzas, haciendo que mis padres vinieran a ver qué pasaba.
- Georgie... se ha ido. ¡Se ha ido! - grité, sin dejar de llorar -. No va a volver, está muerto, no...
Papá salió corriendo de casa. Mamá me ayudó a levantarme y me acompañó a mi habitación sin decir nada.
Al cabo de un rato, papá entró en mi habitación y arrastró a mamá al pasillo para hablar con ella. Entraron de nuevo en mi cuarto pidiendo explicaciones.
- ¿Qué le ha pasado a tu hermano? ¿Dónde está? - me preguntaban, pero yo solo podía llorar.
Al ver que no paraba de llorar, salieron de la habitación y llamaron a la policía. Cuando me calmé un poco, mi cerebro recobró su sentido en la vida y pude pensar en qué hacer. En qué decirles a mis padres.
A: se lo cuento todo, desde cuando salimos de casa hasta que ese payaso de otro mundo salió de la alcantarilla (cap.4)
B: les miento, jamás me creerán si les digo que un payaso alienígena ha arrastrado a Georgie a las alcantarillas. Bill sí que me creerá  (cap.5)
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HOLA BUENAS
Qué tal? Espero que todo bien y bueno quería decir que muchas gracias por leer a quién sea que lo esté haciendo!!!
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Nos vemos!

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