T R E N T O T T O

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No me había dado cuenta de que esta historia ya tiene más de un año y no he podido ni llegar a la mitad de todo. ¿Pueden creerlo? No vamos ni a la mitad.
Tengan paciencia. Ahora si, disfruten.

¿Alguna vez te has sentido en otro lugar a pesar de que conozcas bien tu entorno?

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¿Alguna vez te has sentido en otro lugar a pesar de que conozcas bien tu entorno?

¿Alguna vez has sentido que despiertas en un lugar extraño a pesar de que estes en tu habitación habitual?

¿Te has sentido perdido en un vacío donde no distingues si es un sueño o una realidad?

En aquel preciso momento, en que los ojos de Alessandro se abrieron ligeramente, pasaron todas y cada una de las respuestas de aquellas preguntas por su mente.

Conocía su entorno, sabía donde debía estar, tenía el conocimiento de todo lo que le rodeaba; sin embargo, al despertar había estado perdido por solo unos instantes. Se había sentido muy desorientado mientras sus ojos se acostumbraban a la luz que se colaba por las ventanas, para después, sentirse ligero; muy ligero. Tan ligero, que sentía que flotaba a la deriva como en un sueño.

Sonrió a la nada.

Una embriagadora calma lo había envuelto de repente, haciéndolo sentir eufórico y lleno de felicidad. Era como despertar de un sueño muy, muy largo, en donde había tenido los sueños más hermosos de todos. Era como elevarse hasta el cielo para poder contemplar el edén por sus mismos ojos. Se sentía más allá de eufórico, más allá de feliz; había alcanzado un nuevo nivel de plenitud.

Y como un ángel siendo desterrado de repente, todo volvió a la normalidad. Después esa sonrisa se esfumó y ese sentimiento se esfumó como si nunca hubieran estado ahí.

Su cuerpo se disparó de forma abrupta hacia arriba y buscó a sus lados.

Nada.

Sus ojos grises un poco cansados, trataban de adaptarse a la luz que se colaba por sus ventanales, para solo encontrar ese destello molesto que te brinda la luz del día después de haber amado a la noche.

Un escalofrío le recorrió el cuerpo. Uno de aquellos, que le molestaba sentir.

A pesar del miedo que le recorrió por pensar que ella seguía a su lado, también se encontró un poco decepcionado por que no fuera así. Le habría encantado que ella estuviera en sus brazos en el momento que el abriera los ojos, sería otra cosa nueva de experimentar. Ser lo primero que viera al despertar, hubiera sido como una de las cosas que le dijeran que no había sido un sueño. Que todo era real. Que ella era real. Pero solo estuvo aquella molesta luz que le decía que el día debía comenzar.

Un picor de mal humor empezó a embriagarlo. En ninguno de sus 21 años, se había levantado molesto. ¿Qué le estaba pasando? Suspiro.

Y aunque se sentía frustrado, el gajo de alivio que le aterrizó, fue mejor que nada. ¿Que hubiera pasado si la situación no fuera la actual y alguien los hubiera descubierto?

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