─ᴇsᴄᴀᴘᴀᴛᴏʀɪᴀ

10.6K 907 260
                                    

La casa de Jacob ya era como mi segundo hogar. Billy se pasaba las tardes junto a Sue Clearwater, ahora que Harry ya no se encontraba, e intentaban llevar la pérdida de la mejor manera posible.

Jacob se sentó a mi lado en el pequeño sofá del salón y colocó su brazo por mis hombros, atrayéndome aún más a él.

Su calor corporal había logrado hacerme sentir cálida en cuestión de minutos y en la televisión no había otra cosa que no fuera la retransmisión de un viejo partido. Claramente lo último que hacíamos con Jacob era ver la televisión por lo que, realmente, no me importaba lo que se mostraba en el aparato.

—¿Qué hicieron hoy? —le pregunté a Jake mientras ponía mi cabeza sobre su pecho.

Sentía su respiración tranquila, un subir y bajar tan suave que tenía que fijarme de vez en cuando si seguía despierto.

—Estuvimos toda la noche patrullando —comentó acariciando mi cabello.

—¿Y por qué? Pensé que Victoria ya se había ido.

Jacob pareció pensar su respuesta.

—Es sólo por seguridad del pueblo, ya sabes.

Me levanté de él y lo miré extrañada. Sus ojeras estaba remarcadas bajo sus ojos y su aspecto cansado me hizo alertarme.

—¡Jake! Estás arruinado —dije gritándole en la cara.

—Gracias, Millie, eso realmente me hace sentir mejor —murmuró lentamente con una sonrisa en su rostro.

—Deberías dormir un poco, ¡Sam no puede tenerte así!

Estaba realmente molesta. Sabía que las órdenes del Alfa debían ser aceptadas sin protestar, pero aquello me parecía pasarse de la raya. Jacob estaba muerto de sueño.

—No quiero dormir, no ahora que te tengo aquí.

Su mano me tomó del rostro desde la mejilla y me acercó a él. Sus ojos ardían apasionados a pocos centímetros de los míos, y notaba su aliento cálido contra mis labios abiertos.

—Jake...—susurré con tono acusador, pero ya había olvidado por completo qué iba a decirle.

Había olvidado hasta mi nombre.

Besar los labios de Jacob se había vuelto mi nuevo vicio. Si fuera por mí, me pasaría la mayor parte del tiempo besándolo. No había nada que yo hubiera experimentado en mi vida comparable con la sensación que me producían sus cálidos labios.

Sus dedos se entrelazaron dentro de mi pelo, sujetando mi rostro contra el suyo. Mis manos temblorosas habían tomado su cuello prisionero. Quería estar segura de que no iba a escaparse.

Con un rápido movimiento terminé en sentada sobre él y los besos se habían vuelto aún más calientes. Tuve un estremecimiento de placer al sentir su mano deslizándose por mi espalda.

Habría muerto en ese momento si no hubiera escuchado la puerta cerrarse de un golpe.

Me levanté lo más rápido que mi cuerpo pudo de Jacob y me quedé parada allí, inmóvil, viendo cómo Seth Clearwater nos miraba con una pizca de diversión en sus ojos.

—Prometo no pensar en esto luego —dijo un poco aturdido.

Sentí mis mejillas enrojecerse y el gruñido molesto de Jacob a mi lado. Sus manos refregaron su cara en un intento de sacarse la frustración y luego miró a Seth.

—Y yo prometo no asesinarte —gruñó por lo bajo, levantándose del sofá.

—Hola, Millie.

El muchachito —que de pequeño no tenía nada— me saludó un poco apenado y yo sólo pude regalarle una sonrisa forzada. Mi corazón acelerado y mis manos temblorosas no estaban ayudándome.

𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐇𝐈𝐌² | jacob blackWhere stories live. Discover now