𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐇𝐈𝐌² | jacob black

─sᴇᴀᴛᴛʟᴇ

☾

El diario frente a mí con el titular de un posible asesino en serie en Seattle me ponía los pelos de punta. ¿Acaso era posible? ¿Era posible que hubieran tantas muertes y no encontraran al responsable? Era una locura.

Me apoyé contra el respaldo del sofá y miré como mi padre fruncía el ceño. Aquello lo estaba frustrando más de la cuenta. Cinco homicidios sin resolver para un policía era un grave problema. Gruñía y refunfuñaba mientras que leía con rapidez cada palabra del artículo. Estaba asustado y nervioso.

—Deberías dejar de leer las noticias por un tiempo —le sugerí—. Lo único que consigues es fastidiarte.

Me ignoró y siguió hablando por lo bajo, como discutiendo con alguien imaginario.

—Seattle se está echando una carrera a ver si se convierte en la capital del crimen del país. En las últimas dos semanas ha habido cinco homicidios sin resolver. ¿Te puedes imaginar lo que es vivir con eso?

No le respondí porque ni siquiera me estaba hablando a mí. Me crucé de brazos e intenté prestar atención al televisor. Los dibujos animados me sacarían un poco la fatiga que sentía en todo mi cuerpo. Necesitada desconectar de mi mente y mis pensamientos dolorosos que no me hacían bien alguno.

Pero Jacob no iba a dejarme en paz.

Su rostro hermoso y su sonrisa deslumbrante me sacaron un suspiro. Aquella animación parecida a un lobo hizo que cualquier intento de olvidarme de sus ojos fuera en vano. No podía sacarlo de mi mente y sabía que más difícil sería sacarlo de mi corazón. Casi imposible.

Navegué entre mis recuerdos mientras simulaba distraerme con los coloridos dibujos y me animé a recordar la suavidad de sus labios y el contacto cálido de sus manos sobre mi cuerpo. ¡Qué ganas! Que deseosa de estar con él en ese instante. De sentir su aroma y escuchar su risa. ¿Acaso habría algún momento del día en el que no quisiera tenerlo cerca?

Reí ante mi pregunta. Claro que no. Cada vez que se marchaba quería que volviera a mí, que regresara a mis brazos para protegerlo de los peligros que lo podían lastimar. Que tonta. Yo, una simple humana, quería defender a un enorme lobo. Pero entonces me di cuenta que tenía una sonrisa tonta cuando ésta comenzó a desaparecer. De lo único que lo podía defender era de lo único que lo estaba lastimando.

Bella.

Intenté no enroscarme en mis miedos y pensar en cómo podía hacer para que ellos volvieran a hablar. Me odié a mi misma. Le había pedido tantas cosas a la luna que ella sin duda me las cumplía. ¿Por qué tuvo que aparecer Edward y sacarme del camino a Bella? Sí, gracias a eso tenía mi especie de relación con Jacob, pero él estaba triste y desanimado y yo lo había provocado, en cierto modo, si lo veía desde la perspectiva de que un satélite me cumplía mis deseos.

Sabía que Jake pensaba en mi hermana más de lo que me habría gustado admitir en años, incluso rechinaba mis dientes cada vez que susurraba su nombre dormido, ¿Pero qué otra cosa podía hacer? Más que cerrar mi enorme bocaza y esperar a que se reconciliaran. No había manera de que Jacob pudiera ser feliz sin Bella. 

Me preguntaba si él se hubiera comportado de la misma manera si yo fuera la que estuviera enamorada de un vampiro, planeando una transformación que me haría inmortal y deseosa de sangre humana.

No estuve segura de la respuesta.

La voz de Bella en mi cabeza me hizo caer nuevamente en la realidad. Hablaba con mi padre sobre Edward, los horarios y más cosas de las que no estaba interesada en escuchar. Me sentía mejor pensando en Jake y su "enamoramiento" hacia mí. Me lastimaba, lo sé, pero era el único lugar seguro dónde podía darle vueltas al asunto e intentar autoconvencerme de todas las palabras que él me decía cuando estábamos a solas.