Secretos del pasado, Amor y Venganza

capitulo 26

JOHY

Mi pierna inconscientemente no paraba de moverse, a cada minuto miraba la hora en el móvil, han pasado dos horas de clases y ni siquiera pasan los diez minutos que no deje pensar ¿Por qué Tara se fue? La primera idea que se venía era que estaba investigando porque sé que ha estado más al tanto de eso, pero otras cosas no evitaban que pasaran por mi mente, confió mucho en ella, pero porque me mintió así. y si tal vez ella no se fue y se la robaron, negué lentamente con mi cabeza. Mi corazón está algo acelerado.

—¿Qué te pasa Johy? —escucho la voz de mi compañera de al lado.

—Tranquila, solo no eh dormido bien —la mire excusándome.

El bolso vibra, haciendo entender que me ha llegado un mensaje. Miro a la profesora sigue explicando, rápidamente saqué el moví y el usuario era desconocido. Al abrir el mensaje el mundo se me fue abajo, mi pulso cardiaco aumento aún más, empiezo a sentir un mareo. Me picaban los ojos. Respiro profundamente y alzo mi cabeza impidiendo que las lágrimas cayeran.

—Maestra yo no me siento muy bien —torpemente agarro el bolso, saliendo lo más rápido del salón.

Corrió por los solitarios pasillos directo al baño. Me encierro en uno de ellos, bajé la tapa del inodoro y me senté destrozada, quería correr, gritar, irme lejos, pero nada de eso lo podía hacer, llorar y llorar, aunque eso a mí no me alcance para expresar lo que verdaderamente siento. Sentía como me ahogaba, no podía detenerme. Hasta que escuche la puerta principal abrirse, hago completamente silencio, con unas inmensas ganas de absorber la nariz. La chica se lava las manos para luego escuchar cómo se abre y se cierra la puerta.

Limpio mis lágrimas, agarro papel y sacudo mi nariz.

TARA

Salgo del baño, mientras me seco las manos con el pantalón, la primera clase ya se había acabado, por suerte del destino me tocaba ese horario sino tenía que dar tres horas seguidas. Faltan media hora para el almuerzo.

—Oye Oscar —el chico albino se gira a verme—¿Me prestas tus apuntes? Solo para colocarme al día es todo.

—Claro, pero...

—No te pagare nada, solo quiero lo que dieron no tus respuestas —de mala gana abre su bolso y me entrega un cuaderno de espiral y me lo da—Gracias —lo tomo y me voy a la biblioteca, para pasar el cuaderno.

Pero a quien engaño, mi mente ahora mismo piensa en que paso sería el siguiente para la investigación. Mientras escribo mi mente está debatiendo de cómo encontrar a Mirian y siento que tengo algo que me ayudaría y serían sus rasgos físicos, confió en ello, aunque se vea complicado, porque no puedo obtener todas las caras de todos los que viven aquí y meterme de nuevo en la oficina de mis padres, me traerá problemas. En eso recuerdo que tengo el número de Alex, pero yo no tenía nada en mente que hacer maldición

Me apoyo en respaldar de la silla e inclino la cabeza hacia atrás mirando a los bombillos del techo. Suspiro, no sé si estoy retrocediendo o avanzando, pero falta algo maldición. Mirian no estudia e esta universidad, no he escuchado una Mirian en ningún lado.

—Héctor ha desaparecido desde la fiesta —mi cabeza gira automáticamente a los murmureos de unos chicos diagonal a mí.

—Déjalo, el aparecerá... solo no quiere que los interrumpamos.

—No, su madre me llamo y dijo que a su casa nunca volvió, no contesta las llamadas, es la hora y no lo hace.

—Ya dije él es grande tiene sus ocupaciones —para ser sincera, era inevitable pensar que esa persona desapareció por Mirian, me da a entender que está muy cerca de nosotros, más de lo que me imaginaba.