La apuesta © ➼ Editando.

Cenando con Chamers Kill

En casa Ana está en la cocina cuando llego.

-Hola- me saluda-preparare algo de pasta y pollo para hoy ¿Está bien?

-Me da igual

-Bueno... ¿Crees que le guste a Alexander?

-¿Ahora van a complacerlo?

-¿De qué hablas?

-Por favor no me digas que no estas aliada con mi padre para que esta cena sea un desastre

-Valentina-dice una voz detrás de mí, me giro y veo a mi padre que me ve con desaprobación-Tu madre fue la que insistió en que ese chico viniera, ella cree que debemos conocerlo mejor antes de juzgarlo por completo

No puedo negar que estoy sorprendida. Pero estamos hablando de Ana la abandonad ora.

-No me importa quien haya sido realmente, solo espero respeten el hecho de que es mi novio y nada de lo que digan cambiará eso

Me voy a mi habitación. Lo único que queda es esperar. Jamás creí estar tan nerviosa por una situación así. Con Robert jamás me paso nada así. Con él todo era más sencillo. Si venía a comer lo hacía y mi padre ni siquiera nos molestaba. Pero el tonto de Jackson tuvo que hacer todo más difícil. Oh Jackson. No podía aun asimilar lo que él me había dicho. Quería que fuese una broma, que lo estuviera inventando, pero para ser honestos había mucha pruebas de que lo que decía era verdad. Lo que más me pesaba era Monic, ella no tenía la culpa de nada de lo que sucedía. Pensé en decirle lo sucedido con su nuevo novio pero no me atreví. No pude hacerlo. Cada vez que la miraba feliz de su brazo algo se quebraba en mí. Al final de todo ella también era mi amiga. Pero Jackson, él era mi familia. Y ahora no podía si quiera mirarlo sin querer salir corriendo. Pero por ahora me centro en la cena con Alexander y mis padres. Diablos. No solo será un desastre seguro. También podría ser una oportunidad para conocer a mi novio que para ser honestos no lo hago mucho. Me pongo algo más apropiado para la cena y bajo a la sala para esperar. Pero antes paso por la cocina donde mis padres están cocinando. Ellos lucen felices mientras mi padre corta algo de verdura para la ensalada y Ana saca la pasta del horno. Ella me mira y sonríe.

-Te vez muy linda Ina

-Gracias

-Ya casi está listo todo

-Bien

-Tu mamá hizo un excelente trabajo-dice mi padre mientras besa su mejilla

Diablos no puedo seguir viendo eso. Me dirijo a la sala y lo único que hago los siguientes minutos es convencerme a mí misma de no echar a patadas a Ana de mi casa.

El timbre de la puerta suena y mis piernas tiemblan cuando me levanto a abrir. Y ahí esta él, con un saco formal-informal, una camiseta a juego y con esa sonrisa suya que me hace sonreír al instante.

-Hola-dice

-Hola

Mi mirada viaja hasta sus manos y en la cual sostiene un ramo de lindas flores. Tulipanes color salmón.

-Esto es para ti-dice mientras me los entrega

-Gracias, tulipanes... ¿Cómo supiste que eran mis favoritos?

En realidad lo son.

-Creo que tengo algo de suerte pues no lo sabía-dice sonriente

-Oh pero pasa

Él entra y por primera vez puedo decir que lo veo un poco nervioso y es lindo verlo así. Mi padre... y Ana aparecen en el recibidor.

-Buenas tardes-saluda mi padre