Capitulo tres

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Ambas nos miramos, estaba segura que antes de decirle a mi padre que debía estar en su oficina enteraría a toda la familia de "mi embarazo" solo que ella nunca cree equivocarse.

—No es mía ¿contenta?

—¿Qué?

—Lo que escuchaste. La prueba no es mía.

—¿Entonces de quien Adriadne?

—Deberías preguntarle a tu hija querida tía -me encogí de hombros despreocupada y salí de su habitación.

En golpear a alguien era en lo único que podía pensar, ya estaba a estallar de ira, después de unas putas tres semanas muriendo de miedo también sumarle que mi tía venga a joder cuando en realidad, debería prestarle más atención a su dulce e inocente hija, mi prima puta con cara de ángel, tengo una familia especial.

***-***-***-***

Dos días después había decidido tomar unas "vacaciones" a la granja de los abuelos, en mi busca de escapar de los problemas como toda cobarde, pero al volver las cosas no eran color de rosa, últimamente mi vida era un frenesí de problemas, o tal vez eran problemas creados por mi misma.

Resulta que ahora el hotel estaba citando una junta de socios e imaginen, ¿quien debe estar ahí y hacerse responsable de sus acciones?.

—Papa, por favor —lo mire suplicante—. No es necesario que este allí, a penas soy una nena —hice un puchero.

—Kira tendrás veinte pronto —como siempre me dirigió su mirada de reproche—. Ya te debes hacer responsable, un día la cadena de hoteles sera tuya y tú sola tendrás que encargarte, así que basta

Hay una ley en la vida a la que suelo llamar, "la jaula de oro" y es que la cosa es demasiado complicada, la mayoría de personas piensa que nacer con dinero y con una familia que te puede dar todo es perfecto, pero en realidad es un desastre. No me refiero a la poca atención que tus padres te puedan dar. No, me refiero a las responsabilidades que sin que tu quieres ya tienes con solo nacer, que no puedes estudiar lo que quieras si no algo con relación a los negocios de tus padres, entonces en realidad nacer en "cuna de oro" no es agradable es difícil.

Pero desastrosamente es la maldita leí de anhelar lo no tenido, tener dinero es querer las dificultades jamas tenida, y vivir entre dificultades querer el dinero y tener por lo que trabajas pero no pareces conseguir.

*******

—¿Kira?

—¿Ah? —mire a la cabeza de la mesa donde se encontraba mi padre, la sala de juntas estaba llena con algunos miembros de mi familia, y otras personas.

—¿Te preguntaba que si estas de acuerdo con la inversión? —me levanto las cejas.

—Si —murmuré rápidamente—. Es necesario si no queremos que decaiga totalmente el hotel aquí en Estados Unidos, se necesita una gran inversión pero los prototipos y bajo el tiempo establecido parece una propuesta rentable.

—Muy bien —me sonrio orgulloso y yo rodé los ojos.

*****

—¿Tenemos un trato?

—Si.

-¡Te amo! -grito feliz mi rubia mejor amiga— Bien, el bebé es tranquilo, pero eso si su madre esta un poco loca y es muy exigente, tienes que encargarte de mantenerlo limpio para cuando ellos regresen

—¿A que hora debo estar?

—6 PM.

—Vale.

—Te mando la dirección por texto, gracias nuevamente.

—Aja.

Lo malo de tener una amiga a la que le debes muchos favores, es que los cobrara en el momento menos indicado, y de la manera mas inesperada.

Mara a parte de ser mi mejor amiga esta loca, y es niñera, y yo le debo mucho, ahora llego el momento de devolverle favores, y resulta que me toca ser niñera para que ella pueda salir con un chico que trabajo de camarero en una de las fiestas del hotel, y si me refiero a la misma fiesta en la que yo tuve un pequeño desliz.

—Gracias Tomas —le murmure al chofer que bajo a abrirme la puerta.

—De nada señorita, ¿a que hora la recojo?

—Yo llamo —me encogí de hombros y me dirigí a la entrada de la casa.

Básicamente se podría decir que es una mansión frente a la playa, es grande y muy linda.

Mire las placas en el buzón a ver si correspondían con la dirección que me envió Mara.
Toque el timbre de la casa y no pasaron ni dos minutos cuando ya habían abierto, pero lo más extraño fue a quien me encontré tras la puerta.

—Hola —una voz grave me hizo darme de cara contra el suelo.

Un pelinegro estaba frente a mi, pero no un simple pelinegro, era el mismo con el que compartí mas que palabras hace casi un mes.

Mas que una noche [EDITANDO]Where stories live. Discover now