Capitulo nueve

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Las suaves notas del piano que inundaban mi habitación canalizaban mis emociones, drenaban muy lentamente cada lágrima que no podía salir, contenían cada gota salada y sobre todo me mantenían en "calma".

Pero la calma no existe.

El cielo se había tornado gris rápidamente, parecía que concordaba perfecto con el estado de animo que me invadía, realmente, la animada playa ya desierta a poco mas de las seis de la tarde dejaba un viejo vacío en el pecho salir, el anhelo estallar y los recuerdos de lo perdido palpitar, me dejaban en un estado depresivo total porque realmente hacían sentir lo triste de mi perfecta imperfecta vida. En la que todo existe y nada es. En la que lo primordial es que soy alguien mas de las personas que habita el mundo que vive bajo la psicología del quiero mas, quiero mas de lo que no tengo. De lo que no necesito. De lo que es imposible.

Los días habían pasado, una semana, tranquilidad, paz, y una guerra evitada, todo perfecto, o ¿no?.

El tema fácilmente se evito al comentar como seguiría en medicina y calmar las emociones de Jack de manera tranquila, contando como había decidido no hacer un año rural en otro lugar sino colaborar en un hospital cercano, aunque fuera mentira y se me hubiese ocurrido de ultimo minuto, pero fue la excusa perfecta.

Semana de paz, y fin de semana de mierda.

Hay momentos de la vida entre los doce y los dieciséis en el que hay estrellas pop contra una pared, y no encuentras la salida, cuando las lágrimas salen porque si y la depresión te invade, es ese momento en el que solo tu debes buscar la salida, una salida que casi siempre parece no existir, y tal vez no lo hace, porque yo vuelvo a caer, y me doy tan fuerte que siento que me fui de cara, tres psicólogos que pago mi padre durante los catorce y un psiquiatra en el que perdió el dinero, pero es que simplemente yo me quiero hundir.

Jack... Universidad... Thiago... Erick... YO.

Para este determinado momento de la vida estoy en el shock emocional en el que existen problemas inexistentes en los que no hay nada, y realmente solo mi cabeza arma los problemas.

«Las tristezas del alma son los doleres de la cabeza, los que se crean con el sol y te estremecen en la noche, las estrellas que no salen y la vida que se acaba, lo que realmente no existe pero te empeñas en crear".

Mas que una noche [EDITANDO]Where stories live. Discover now