Capítulo 19- Tu primer amor

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El sonido de los pasos emitió un eco en toda la habitación, que combinado con la poca iluminación de la cafetería, hacía que este momento estuviera lleno de tensión. A penas se podía distinguir su rostro, sin embargo, a medida que este se acercaba hacía que sus pasos se aceleraban cada vez más, haciéndolo ver con una desesperación que nunca había visto.

—Elizabeth...

Abrí mis ojos como platos al escuchar esa voz. La reconocería en cualquier lado.

—Te dije que volvería por ti... —dijo esta vez.

Yo me levanté de mi asiento y fruncí mi ceño, esperando descubrir si lo que escuchaba había sido producto de mi imaginación.

—¿Quién eres? —preguntó Thomas algo exaltado.

—¿Qué haces tú aquí? —intrigó el hombre que aún se encontraba envuelto en la oscuridad de la cafetería.

Cada palabra que este daba me hacía creer que mi locura estaba comenzando a crecer. Era imposible. Era simplemente una locura.

La luz titilante de la cafetería finalmente golpeó su rostro. Mi expresión cambió completamente al descubrir esa mirada. Llevé mis manos a la boca ¿cómo era posible? ¿Acaso estaba soñando? ¿Cómo puede ser que....?

—M-Maiden... —comencé a caminar poco a poco hacia él.

—¿Cómo es que tú....? —dijo Thomas desafiante.

—Eso no importa....—agachó su mirada—, no me preguntes como fue que recupere mi memoria, porque en realidad no sé cómo paso. Simplemente me levanté sabiéndolo todo.

Su hombro chocó con el de Thomas, esta vez Maiden se dirigía directamente hacia mí, quien me encontraba aún confundida sin creer lo que estaba pasando. Me tomó años tratar de aceptar que Maiden se había ido y ahora apareció de la nada. Sus brazos rodearon mi cuerpo y depositaron un cálido abrazo. De alguna manera podía sentir como este cerró sus ojos con fuerza, como si esto hubiera sido algo que esperó mucho tiempo para hacer.

Mi cuerpo se encontraba congelado, las lágrimas caían por mis mejillas y miles de pensamientos hacían que cada vez mi mente se volviera un caos de preguntas ¿Quién hizo esto? ¿Acaso estoy soñando? Mi cuerpo reaccionó y mis brazos se volvieron a él, lo abracé fuerte, tan fuerte como si nunca lo quisiera volver a dejar ir. Seguía sin procesar la información, sin embargo, decidí dejar todas las preguntas a un lado para solo pensar en este momento.

—¿Qué crees que estás haciendo? —susurró Thomas.

Desde donde estaba podía ver su expresión. Era una de decepción, como si lo que estuviera viendo le estuviera doliendo hasta el fondo de su alma. Frunzo mi ceño y lo miro, tratando de descifrar el porqué de su semblante.

—Siento haberte dejado sola... —susurró Maiden a mi oído.

Pero en realidad no escuché lo que este habló, esta vez me encontraba pensativa mientras miraba a Thomas. Pensé que este estaría feliz.

—¿Cómo es que...? —me alejo de Maiden.

—No lo sé, solo sé que desperté en un cuarto sin nadie y de ahí me dediqué a buscarte.

—Perdiste la memoria por 2 años.

—¿2 años?....

—Sí...

—Pero... —devolvió su mirada a Thomas—, ¿qué es lo que tú haces aquí?

—....

—Tú los ayudaste —aclaró—, ¿qué es lo que crees que haces ahora? No puedes engañar a todo el mundo con tu misma actitud de siempre, Andrew. Podrás ser cualquier cosa menos una víctima. ¿En serio te atreviste a hacerte amigo de la chica la cual le quitaste una persona importante? Eres un cínico.

ElizabethWhere stories live. Discover now