Capítulo once: "Madison"

1.4K 116 37
                                    

Derek estaba enfrente de mí, comiendo de su hamburguesa. En todo el camino hacia el centro comercial no me hizo preguntas, y estuvo bien. Por el momento, una distracción me sería de gran ayuda para mí. Terminando en uno de los pequeños locales del gran centro.

—Uno de mis favoritos. —Había dicho Derek con una enorme sonrisa

Ambos teníamos frente de nosotros una hamburguesa, bastantes deliciosas por cierto con papas fritas, también exquisitas. Procuramos comer en silencio, pero para ninguno duro la sentencia. Compartimos bromas, comentarios sobre la comida y viendo a cada persona pasar por el lugar.

—¿Ves a esa chica? —Derek señalaba con su papa frita a una muchacha cerca de la barra del local de frente, delgadita y a parecer con acné en el rostro. Pero, no era fea.—Salí con ella como por 2 semanas.

Me atragante con la soda, el río ante mi expresión.

—Júramelo —le pedí, sin poder creerlo.

—Sip, es muy agradable —dijo, dándole un mordisco a la papa que tenía en su mano.

—¿Y por qué no funciono? —El me miró con expresión divertida.

—Bueno, las citas a las que fuimos fueron grandiosas, siempre coqueteando y riendo de mis bromas —le dio un trago a su bebida—pero, era muy intensa. No sé si aún lo es.

—¿Intensa? —se encogió de hombros, mirándola de reojo.

—Sí, ya sabes —gire la cabeza en un no. No sabía a qué se refería—Mejor así, eres taaaan inocente.

—Si tú lo dices.

—Pero mírala —la señalo con sus manos—No veo carne para tocar.

Saque la lengua, asqueada. Se rio de su propio chiste.

—Vale, vale. Ya no diré cosas así.

—¿Debo preguntar por qué la invitaste a salir? —Pregunté riendo por su expresión—Tu cara dice que no. Me quedo con la duda.

—Todos me miran. ¿Es por qué vengo todo de blanco? —le dio un vistazo a su atuendo confundido.

—Así destacas tus ojos —dije, mirándolos—. Por cierto, ¿tienes que usar eso todo el tiempo?

—Con “eso”, ¿te refieres a mi lentilla? —levantó una ceja.

—Algo así.

—Pues sí. Me gusta, me hace sentir seguro conmigo mismo. Ya te lo dije. Importante. ¿Entiendes? Aparte, me veo guapísimo.

—Tus ojos verdes son hermosos. Son como 2 enormes limones —embozó una sonrisa.

—¿Limones? Uh, ¿gracias?

—No encontré otra cosa verde en estos momentos, no me culpes —sonreí—. Tus ojos son preciosos. Ya quisiera yo tenerlos de ese color.

—Te los puedo regalar si tanto los quieres, no tengo ningún problema.

—Bien. Los quiero para mi próximo cumpleaños.

—Hecho.

Ambos estallamos en carcajadas. Éramos tan naturales, toda esa tensión que experimentamos hace días desapareció, al igual que nuestras diferencias. Fue frustrante y aterrador. Pero ahora, compartíamos la comida y reíamos.

—Un chocolate por lo que piensas —me dijo.

—Una pregunta Derek, —dejo de comer para verme, estaba serio—Yo, bueno, ¿de verdad estamos siendo amigos o solo te comportas amable conmigo?

¿Hacemos un cambio? |Sin editar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora