15 | Flor en Sombra

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No me apetece vivir en una cueva. Pero hoy salté el acantilado y no volé.

Caí tan rápido que mis plumas se despegaron, y ellas cayeron tan lento que desee ser una.

Yo lo sabía. El vacío siempre es más profundo, más grande y más horrible, de lo que todo el mundo cuenta.

Entonces miré atrás. Y me encontré ahí, aterrada.

Sentada en una cueva. Sin luz. Marchita, como una flor en sombra.

Y dije «Es cierto. Saltar ha dolido.  Pero creo que ha dolido más el nunca haber saltado».

Poesía NocturnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora