¿Mi Niñero Gay? [En Pausa]

Capítulo 2: Conociendo al chico sexy

No me podía concentrar, era imposible, habian pasado cuatro horas desde que golpée a Jake Taylor y sabía que me daría una golpiza que nunca olvidaría, y gracias a la suerte que tengo tal vez aparezca en el noticiero, como: "chico de 16 años muerto en río a causas desconocidas". Por eso he estado escabulliendome por todos lados y a cada hora, detras de mi mochila o un poste.

— ¿No crees que estas siendo muy dramático?— Stan se ríe entre dientes, mientras me escondo detrás de mi mochila.

— Puede que tengas razón—me quito la mochila de la cara.

— Al menos relájate en la hora de almuerzo— abro los ojos sorprendido, por el solo hecho de que dijo "almuerzo"— Si no te diste cuenta, tú me estas acompañando a comprar mi almuerzo. Nick llamando a tierra, ¿estás ahí?—  chasquea los dedos.

—¡¿hora de almuerzo?! Parece que lo de Jake Taylor lo he llevado muy lejos — masajeo mis sienes— Stan anda a almorzar sin mí, de ahí te alcanzo— él asiente.

De camino al quiosco me adentro en el montón de personas que quiere comprar. Cuando me acerco al mesón, una de las dos señoras me atiende.

—¿Qué quiere comprar?—me pregunta la señora.

— Quiero un sándwich, una coca-cola y una piruleta— la señora me pasa las cosas delicadamente y estira el brazo para recoger el dinero.

— Al parecer no quedan bolsas, ¿Si quiere puedo ir a buscar una?— me dice la señora amablemente.

—No, gracias. Estoy bien así— le sonrío y  prontamente la señora atiende a otra persona.

Este lugar esta lleno, no creo que pueda pasar con las manos llenas. Sabia que tenía que pedir una bolsa.

—¡Oye, niño! No robes, tienes que pagar— me grita la otra señora que estaba atendiendo, tratando de arrebatarme las cosas que compré.

— Pero, si yo no he robado— me defiendo, sosteniendo fuertemente la comida.

—Si no has robado ¿por qué no tienes una bolsa para llevar las cosas?. Todas los estudiantes que compran aquí salen con una bolsa después de pagar— la señora trata de arrebatarme las cosas otra vez.

—Pero, como le dije antes, ¡Yo lo compré!— la mujer seguía insistiendo en quitarme la comida, creo que esto se volverá una pelea infinita.

—Él no ha robado— grita un chico rubio con lentes. Mientras le sostiene el brazo a la señora para que no me quite la comida.

—Entonces, ¿cómo explicas  que ÉL no tenga bolsa?—reclama confiada la mujer.

—Señora— grita el rubio , llamando a la persona que me atendió.—¿Es verdad que este chico ha pagado?

—Sí—responde la mujer que me atendió en el otro extremo del quiosco. Dejando estupefacta a la otra señora.

El rubio aclara su garganta.

— ¿No cree que este chico merece una disculpa?— mira a la señora fríamente con sus ojos color esmeralda.

—Mocoso malcriado— susurra la mujer.

—No escuche una disculpa— se burla el rubio.

—Lo siento, muchacho—dice la señora entre dientes.

Después de todo el espectáculo que hubo en el lugar, el chico rubio me ayuda a pasar la multitud que se había formado a partir de todo el espectáculo que se formó, debido a la compra de un sándwich.

—Gracias, por todo— le digo tímidamente.

— No hay de qué. Siempre me ha gustado ayudar a chicos como tú— al terminar la oración enfatizó el tú como un susurro al oído que haría caer a cualquier chica en sus redes. Pero, para mi mala suerte me sonrojo y pongo en evidencia mi nerviosismo—Por cierto, me llamo Jordan—se da la vuelta y camina lejos de mí.

—¡Espera!— Jordan se da la vuelta y dirige su mirada hacia mí— ¡No te vayas aún!— se acerca hacia mí— antes de que te vayas te quiero dar esta piruleta como agradecimiento.

—¿Cómo te llamas?— él sonríe.

—Nick—digo sin divagar.

—Nos vemos pronto, Nick—se despide diciendo mi nombre de la manera mas seductora posible.

Sera posible , que ese chico sea , ¿gay?

—No, no creo— pienso en voz alta.

Justo cuando empiezo a divagar en mis pensamientos, la campana del instituto suena para entrar a clases y me envía devuelta a la realidad como si me tirasen un balde de agua fría en la cabeza.

—Nick— grita Stan— Me dejaste comiendo sólo, ¿dónde estuviste todo este?.

—Lo siento, te juro que se me olvido por completo, estuve en aprietos.