Capítulo 18

8.3K 605 158
                                    

AVISO: Este capítulo contiene contenido sexual explícito, lee bajo tu propia responsabilidad

Tumbada al lado de Seth, vuelvo a suspirar pensando en lo que me ha dicho mi abuela, a ver, no soy tonta, está claro que quiere atraerme al bosque y matarme, pero también está el hecho de que sé que no le importa matar a cualquiera que se interponga en su camino, incluidos los lobos.

Seth se despierta de golpe cuando me muevo de forma brusca, y sus ojos brillantes y marrones se fijan en mí, levanto un poco el rostro, y dejo un pequeño beso sobre sus labios, haciendo que sonría.

—Creo que ya no quiero dormir. —Dice Seth subiéndome sobre su pecho, tumbada en su cuerpo, el zorrito baja de un salto de la cama y parece que se ha dado cuenta de lo que ocurre, porque sale tranquilamente por la puerta y nos deja solos. —A cada momento me gusta más y más ese pequeño zorro.

Sonrío y apoyo mi barbilla sobre su pecho, observando fijamente a Seth, quien comienza a mover sus manos sobre mi espalda hasta que mete las manos bajo mi ropa y comienza a quitarla de forma lenta y tentativa, como dándome tiempo a negarme, pero ahora mismo lo que necesito es sentir a mi lobo piel con piel. Sentándome sobre la cintura de Seth, me quito el vestido por la cabeza mientras Seth me quita los calcetines que me llegan por las rodillas, dejándome solo con mi ropa interior. Seth se desabrocha el botón del pantalón, pero sin quitárselo, y hace que me tumbe sobre su pecho, comenzando a besarnos de una forma bastante más descuidada que las otras veces, Seth gruñe y nos da la vuelta de un solo movimiento, colocándose entre mis piernas rápidamente.

Comienza a recorrer mi cuerpo con sus besos, centrándose en la clavícula, mordisqueándola y lamiéndola con suavidad antes de bajar y bajar hasta dejar un beso bajo mi ombligo, luego me observa desde ahí, y parece un maldito depredador, y yo la presa.

—Seth, por favor. —Gimo en voz baja, deseando sentirle, porque es algo por dentro que me hace querer unirme a él, porque lo amo, y sé que él me ama a mí. Mucho, muchísimo, y necesito que me marque, es algo que no entiendo, pero lo necesito.

Seth rehace el camino de los besos, y se coloca sobre mí, apoyando su peso en sus codos para no aplastarme, y yo, con cuidado, meto mi mano dentro de su pantalón haciendo al lobo jadear y mirarme de forma hambrienta. Bombeo suavemente su pene erecto y luego bajo el pantalón de Seth para liberar su erección, Seth se la agarra a si mismo, y la mueve hacia mi entrada, acariciándola con la punta. Ambos gemimos, pero el lobo parece indeciso.

—No tengo preservativo. —Dice Seth haciendo un puchero adorable teniendo en cuenta lo dominante que parece ahora mismo sobre mi cuerpo. Sonrío y acaricio su cabello corto por detrás, notando que está levemente húmedo por el sudor.

—Tranquilo, lobito, tomo píldoras anticonceptivas. —Digo con una sonrisa, Seth parece un cachorro feliz y se entierra en mi interior lentamente, pues aunque ya no soy virgen, Seth no es pequeño. No, para nada.

Seth se queda unos momentos dentro de mí, dejando que me adapte a su tamaño, y luego comienza a bombear suavemente, haciéndome gemir cuando muerde mi pezón con un poco de fuerza, ahogo un grito y Seth parece más ido, así que comienza a moverse más y más rápido, hasta que las envestidas parecen más rudas y fuertes, cosa que amo.

—Oh, dios mío. ¡Maldita sea, cachorro! Te amo. —Grito cuando el orgasmo me arrasa por sorpresa, Seth gruñe en alto y cuando está a punto de correrse, muerde mi cuello con fuerza, haciendo que un segundo orgasmo acabe conmigo, cerrando los ojos cuando siento lamidas de Seth en la marca que ha hecho en mi cuello, descansando suavemente con Seth sobre mí.

NUNCA ANTES  |SETH CLEARWATER|Where stories live. Discover now