Capítulo 5

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Tengo la taza firmemente agarrada con ambas manos. Observo el té que me ha ofrecido la prometida de Sam Uley, el alpha de la manada de hombres lobo. Todos ellos son hombres lobo. Hombres lobo, porque existen de verdad, porque estoy sentada con varios de ellos.

—Camila, ¿estás bien? —Pregunta Seth a mi lado, mirándome con preocupación después de haber recibido una charla de Sam por haber descubierto el secreto delante de mí de esa forma. —¿Camila?

—Estoy bien, Seth. —Respondo sin dejar de mirar el té frío. Delante, al otro lado de la mesa, está Paul observándonos a ambos con una ceja enarcada. Sé que no son celos, porque los dos solo salimos unas cuantas veces. —¿Puedo irme a casa?

—No estás retenida, no te preocupes. Puedes irte c-cuando quieras. —Murmura Seth sin dejar de mirarme con preocupación. —Es más, s-si no tuvieras miedo, y-yo podría acompañarte a casa.

—Y así el cachorro levanta la patita. Buen chico. —Canturrea Paul en voz baja. Ruedo los ojos y rápidamente me quedo rígida al escuchar el gruñido proveniente del pecho de Seth.

—Seth, acompáñame a casa, por favor. —Digo para intentar evitar una pelea entre lobos de nuevo. Seth rápidamente se levanta de la silla tropezándose y casi cayéndose al suelo. La manada se ríe, y Seth agarra mi mano antes de salir de la casa Uley mirando mal a sus amigos. —¿Estás bien?

Seth asiente diez minutos después de haber comenzado a caminar hacia mi casa. Miro de reojo a Seth, y parece bastante concentrado en algo, como si se estuviese debatiendo en decirme algo o no.

—¿Seth?

—Hay algo más que no te hemos contado. Una cosa sobre los lobos y sus... Sus almas gemelas.

NUNCA ANTES  |SETH CLEARWATER|Where stories live. Discover now