Capítulo 8

13.8K 982 9
                                    

Seth parece sumamente concentrado en las palabras que está buscando para hablar conmigo, y cuando parece que ha aclarado su mente, agarra mi mano con firmeza y deja un beso en el dorso con suavidad.

—Quería decirte que cuando antes te hablé de las almas gemelas, no te conté lo que significa ser un alma gemela, una impronta. Quiero decirte que para mí, tu seguridad y tu felicidad, son lo más importante para mí. Prefiero morir, antes de que tu sufras algún daño. —Dice Seth, y me abraza con fuerza, impidiéndome casi respirar. Jadeo con un poco de dificultad, y Seth desafloja un poco sus brazos, pero siguen rodeándome con firmeza. —Eres lo mejor que tengo en mi vida.

Sonrío de forma cariñosa y agarro por las mejillas a Seth, lo observo fijamente y luego dejo un casto beso en sus labios. —Ya sabía lo que era una impronta. Te recuerdo que he nacido aquí.

Seth se sonroja un poco, y baja la mirada avergonzado, pero de pronto levanta la cabeza de golpe y su mirada se queda fija en la ventana de mi cuarto. Coloca un dedo sobre sus labios y me manda silencio. Asiento y veo como se levanta y camina de forma sigilosa hacia la ventana. Gruñe y salta a la oscuridad, aterrizando como un lobo y atacando una sombra que se mueve tan rápido que no puedo seguirle el ritmo, y Seth aúlla antes de comenzar a pelear con lo que parece un hombre.

—¡Seth! —Exclamo al ver como recibe un golpe bastante fuerte. Bajo las escaleras y cuando llego a mi patio trasero, veo a Seth en el suelo, gimoteando y poniéndose en pie con dificultad. —¡Oh, dios mío!

Intento correr hacia él, pero un lobo gris me impide hacerlo, y reconozco a Leah, quien se coloca delante de mí y me protege de la sombra, y de sus compañeros, pues ahora a la sombra le siguen varias más.

—Vampiros. —Murmura Embry como humano, haciéndome caminar hacia atrás. —Vamos Camila, Seth se unirá a nosotros.

Los vampiros fijan sus miradas en nosotros, y Leah salta a por ellos junto con los demás. Mientras, Embry me empuja lejos.

NUNCA ANTES  |SETH CLEARWATER|Where stories live. Discover now