Y Llegaste Tú.

2.3K 132 41
                                    

" Porque, amor, la única verdad es que tienes los ojos más valientes del mundo y el mundo es más valiente cuando te mira a los ojos.
Y yo te quiero no porque siempre estés conmigo,
para mí,
y por mí,
no porque sea imposible no hacerlo
y se dispersen mil motivos, todos ciertos, por las manos al pensarlo,
sino porque has nacido para que te quieran y yo he nacido para quererte"

– ¿Cómo vas?

– Bien, bien–  contestó dejando escapar un bostezo que no pasó desapercibido.

– Vengo a quedarme con ella, amor. 

– No hace falta, estoy bien, de verdad.

– Mimi, no creas que no me di cuenta de que estabas dormida cuando entré. Anda a ducharte un ratito, te acuestas y descansas.

– Pero, Miriam, hoy has currado muchísimo– protestó– Saliste muy temprano y apenas llegas, ve a descansar tú.

– Claro, porque tú te has pasado el día echada viendo series y sin hacer nada ¿no?

– Ojalá…

– Mimi, cariño– Miriam se sentó en la butaca que tenían junto al sofá que usaban para alimentar a Lúa o hacer que durmiese– No estoy más cansada que tú por el simple hecho de haber ido a trabajar todo el día, no es menos lo que haces porque temporalmente te estés quedando en casa.

– Lo sé...– musitó– Es sólo que a veces me da penita que llegas del curro y apenas abres la puerta ya corres a ayudar…

– Eeeeeeh- la cortó la gallega intentando no elevar su tono de voz para no sobresaltar a la bebé que por fin daba indicios de rendirse y dormir– ¿Pero qué pasa? ¿Desde cuándo usamos el término ayudar aquí?– cuestionó– No puedo ayudarte a cuidar a mis hijas, amor,y tampoco me ayudas cuando lo haces tú. Las dos somos sus madres y ya, todo es igual. 

– No sé por qué usé esa palabra, sé que no se trata de eso. Sólo he pensando en que con Lucía tú estabas sola, bueno, tenías a tu padre, pero en la mayoría de las ocasiones lo hiciste sin apoyo.

Miriam sorprendida luego de escucharla. Sabía que aún tenían muchas cosas que aprender en cuanto a la maternidad, incluso para ella la experiencia había sido completamente diferente a la de Lucía, pero llevaba cierto tiempo observando ciertas actitudes de Mimi que le preocupaban y por la locura temporal que pasaban en sus vidas había aplazado la necesidad de hablar de ese asunto. 

– ¿Crees que quepa en ese huequito?– preguntó– He visto a Lucía colarse con vosotras y me da mucha envidia.

– Claro que sí, cariño– le contestó Mimi sonriente a la vez que se movía lentamente para darle más espacio en el sofá.

– Ay, ahora entiendo porque le encanta a Lulú, se está muy bien así apretaditas y acurrucadas. Oye, que envidia que estés tan guapa luego de dormir tan poquito…

– Eres una mentirosa, pero mi golpeada autoestima lo agradece– respondió riendo y aprovechando la cercanía para apoyar la cabeza en el hombro de su esposa. 

– No miento, estás preciosa– insistió– Bueno, yo te veo preciosa cada día al despertar.

– No estoy en mi mejor momento…

 – Pues tengo que contradecirte, lo siento, me pareces aun más guapa en momentos como este: con un moño, mallas, pocas horas de sueño, con Lúa en brazos y ese nuevo tatuaje de flores, que imagino sea resultado de los nuevos marcadores de Lucía– dijo arrancándole una sonora carcajada a la gallega, lo que resultó en que Lúa se removiera un poco pero decidiera seguir durmiendo para alivio de sus madres– Debo pedirle que me haga uno a mí, creo que me tatuaré tu nombre…

Você leu todos os capítulos publicados.

⏰ Última atualização: Jan 30 ⏰

Adicione esta história à sua Biblioteca e seja notificado quando novos capítulos chegarem!

Amanecer Onde histórias criam vida. Descubra agora