Nos vemos pronto.

2.6K 144 12
                                    

"Por suerte,
existes.
Y por suerte, también,
no solo existes,
sino que te colocas aquí,
justo al lado de todo lo que está lejos para estar cerca."

Observaba desde la ventana de su habitación como la ciudad empezaba a despertarse. Trabajadores preparándose para el día laboral, padres llevando a sus hijos al colegio y varias personas pasando apresuradas pero sin dejar de saludarse.
Se acurrucó un poco más en el sillón mientras suspiraba con aburrimiento hasta que unos leves golpes en la puerta desviaron su concentración de las ruidosas calles del barrio.
-¿Mimi puedo pasar?.

-Claro tía, pasa.

-Buenos días- le saludó acercándole una taza con un líquido humeante- te preparé un poco de chocolate, espero que te guste o puedo subirte café, lo que quieras.

-El chocolate está perfecto, tía. Muchas gracias.

-¿Te apetece hacer algo hoy?- inquirió mientras se sentaba en la cama.

-No lo sé, creo que sigo un poco cansada- volvió su mirada a la calle mientras probaba el chocolate.

-No quería agobiarte, discúlpame. Solo me inquieta que no hayas querido salir a ningún lugar en estos días. De todas maneras, si decides vivir aquí de forma permanente me aseguraría de que no mueras de inanición- trató de hacerla sonreír.

-¿Crees que los vecinos podrán entrenerme por más tiempo?- se levantó dejando su taza y acomodándose a lado de su tía.

-No subestimes eh, que te queda ver cuándo la de la esquina espera a que su marido llegue tarde del bar para pegarle.

Las dos mujeres siguieron bromeando por unos minutos hasta que decidieron recostarse en la cama.

-Gracias, de verdad tía.

-¿Qué dices Mimi?. Si no he hecho nada de especial.

-Sé que te preocupo y quiero decirte que me siento bien aquí. Estoy bien, dentro de lo posible. Pero hay algo que me agobia.

-¿Quieres decírmelo?

-Sé que mamá se fue de aquí cuándo era muy joven- bajó la mirada mientras buscaba la forma de preguntar- Pero, ¿tú crees que alguien se acuerde de ella aún?.

- Bueno, sabes que soy la única de la familia que decidió seguir aquí, es decir, no más que una vecina de las antiguas se acordará de ella. ¿Por qué?.

-Si dejé todo en Granada fue porque estar en nuestra casa me hacía daño, todo me recordaba a ella allí y también no soportaba más tener que repetir lo que pasó cuando algún amigo o conocido desinformado me encontraba en la calle. Lo he aceptado pero cada vez que tengo me decirlo en voz alta es como si se abriera la herida nuevamente.

Carolina tomó las manos de Mimi entre las suyas y así pasaron varios minutos compartiendo el silencio.
La distancia no les había permitido establecer lazos muy estrechos durante aquellos años. Se entendían bien pero no lo suficiente para hablar de aquello que tanto les dolía. Más que algunos recuerdos de navidades juntas ahora compartían la pérdida de una persona a la que amaban.

Amanecer Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα