Capítulo 9

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Sonrío a Tré, intentando calmarlo.

— ¡Billie! — Exclamo, atravesando la puerta y saliendo al porche, a su lado— ¿Cómo va todo? — le palmeo la espalda verdaderamente fuerte, esperando que le duela.

—Eh…bien, solo tengo que discutir algo contigo, realmente rápido— su gesto se suaviza, dándose cuenta que puede llegar a meterme en problemas.

—Por supuesto, colega— río falsamente—. Tré, cariño, ¿nos dejas solos un momento? Ve y tráele un vaso de limonada a Billie, ¿sí?

—Vale—responde Tré, cerrando la puerta. Me mantengo en silencio unos segundos, y cuando Billie abre la boca para hablar, se la tapo  con la mano, intentando oír si Tré realmente se fue a la cocina o si sigue detrás de la puerta, espiándonos.

Tomo a Billie del brazo y lo llevo hacia el otro extremo del jardín, cerca del buzón.

—Ahora sí, ¿qué sucede?

—Bonito teatro, Marilyn—gruñe.

—Al parecer te volviste más propenso a los apodos, ¿es una moda en Nueva York?

—No vine aquí para lidiar con tu delicioso sarcasmo— responde, con el ceño fruncido una vez más—. Te olvidaste esto ayer, en la escena del crimen— me tiende mi agenda, la cual debió haberse caído de mi bolso.

Se la arrebato de las manos de forma violenta.

— ¿Escena del crimen?

— ¿No consideras el adulterio un crimen? — una sonrisa surca su rostro y sus ojos brillan con malicia.

—Te considero un idiota—alego.

Toma un paso adelante y me toma la mano derecha.

—Me quieres porque soy un idiota— murmura. Algo confundida, y con la respiración un poco agitada, lo observo dudosa. Hoy mismo, a la mañana, lo traté como una basura. No puedo seguir fingiendo odiarle, no puedo mentirme a mí misma. 

Escucho el picaporte de la puerta girando y a una velocidad inhumana me aparto de él, retrocediendo hasta tres pasos.

Sé que Tré nos observa desde la puerta, y espero que no haya visto nada.

—Supongo que sí, Billie, quizá pueda conseguirte un pequeño trabajo en la oficina, de eso no te preocupes— le dirijo una mirada asesina, esperando que me siga la corriente.

—Gracias, Eileen, eres la mejor— responde Billie, guiñándome un ojo y tirándome un beso de forma juguetona.

Me sonrojo levemente y trato de suprimir una risita.

— ¿Quieres pasar a beber algo? — pregunto, fingiendo cortesía.

—Por supuesto…— me sigue, subiendo los escalones que llevan al porche y atravesando el umbral.

Tré lo mira con desconfianza y casi una mueca de asco.

—Siéntate— gruñe, señalándole un sofá en la sala de estar. Se voltea hacia mí—. Iré a buscar limonada, cariño.

Asiento, y me acerco para darle un rápido beso en la mejilla, como para hacerle saber que aún lo amo, a pesar de que yo misma no esté tan segura al respecto.

Tomo asiento junto a Billie.

— ¿Limonada? Parecen salidos de la familia Ingalls, sabes— me susurra al oído.

—Cállate—lo golpeo juguetonamente en la pierna—. Se está esforzando.

— ¿Por qué?

—Por mantener la cordura…— respondo, antes de que Billie vuelva a tomar mi mano—¿Crees que es idiota? Sabe lo que está sucediendo.

— ¿Qué está sucediendo? — pregunta, alzando una ceja, gozoso e impaciente por oírme pronunciar la palabra.

Simplemente alzo nuestras manos entrelazadas, símbolo de nuestra atracción correspondida, pero, sin embargo, fuera de lugar.

—Eso no me basta…— dice, aproximando sus labios a los míos.

—Aquí no, Billie, Tré está  a unos met…— me detengo al oír los pasos que se aproximan, y el ruido de los vasos tintineando sobre una bandeja.

Billie suelta mi mano y yo cruzo las piernas, pretendiendo estar interesada en el cuadro colgado sobre la televisión.

Tré se acerca a nosotros y nos tiende a cada uno un vaso. Comienzo a beber despreocupadamente, sorbiendo la limonada de a traguitos.

—Así que… ¿Quieres conseguirle un trabajo a Billie en la revista? — pregunta Tré, con una gran sonrisa. Me está asustando.

—Ah, sí…— exclamo—Pensé que una columna de música le vendría bien…

Billie acompaña mi afirmación con un “ajám”, acompañado por una sonrisa.

—Es fantástico— expresa Tré, tras tomar un largo trago—.Así que…si estás buscando trabajo, parece que tienes intenciones de quedarte un largo rato.

—A decir verdad, sí. Planeaba instalarme.

—Entonces podrás asistir a nuestra boda— Tré alza  un puño, celebrando.

—No me la perdería…— murmura Billie, con una mueca traviesa—.Planeo verla desde primera fila.

Al parecer casi todas las que comentaron el capítulo anterior han adivinado. Acabo de publicar una fanfic de Gerard Way y significaría mucho para mí que le dieran una oportunidad.

http://www.wattpad.com/story/30565398-the-black-parade-gerard-way 

La semana que viene les diré a las que adivinaron que sorpresa se llevan uwu

Saludos,

Punkn0tdead

Homecoming [Give me Novacaine #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora