Homecoming [Give me Novacaine #2]

Capítulo 6

Me acerco a Billie y a la muchacha y es en la mitad del recorrido que me doy cuenta la estupidez que estoy haciendo. Billie me observa con las cejas arqueadas. Avanzo hacia la barra donde se encuentran, pero en lugar de confrontarlos, le ordeno un coctel al encargado, con la voz tensa.

No sé que carajo ha puesto frente a mí, pero el vaso se encuentra lleno y espumoso y me lo bebo de un trago.

—Gracias— digo, con la voz algo temblorosa, sin dejar de observar a Billie por el rabillo del ojo.

Con el corazón en la garganta y un dolor en el pecho regreso a la mesa, donde me desplomo junto a Tré.

—Oye, cariño, ¿qué sucede?— pregunta, notablemente preocupado.

—¡Nada!—respondo, algo mareada—Te ves muy guapo— mi voz suena pastosa, casi burbujeante.

—Pues, te agradecería si no estuvieras algo bebida.

—Oye, estoy perfectamente bien— digo entre risas, acercándome a él y besándolo.

—Sabes a vodka, Eileen— dice algo incómodo.

—Eres un aguafiestas—  digo, frunciendo el ceño.

Entonces las iluminación se atenúa y un reflector apunta a Mike, quien ya tiene la corbata desarreglada y los ojos algo rojos.

—¡Hola!—saluda, intentando no reír. Observo a Brit, detrás de él, con la palma de la mano en la frente y meneando la cabeza—¡Vamos todos a bailar!

La música comienza a sonar realmente fuerte. Tré se pone de pie y me tiende la mano, invitándome.

—Me duele un poco la cabeza— cada nota que surge del amplificador hace que mi cerebro quiera explotar—Me quedaré aquí.

Tré asiente y me besa en la mejilla, deseándome que me sienta mejor. Antes de que pueda darme cuenta se encuentra en la pista bailando junto a Mike. Sonrío levemente.

Gruño y me llevo las manos a la cabeza, siento que voy a estallar. Me pongo de pie y me dirijo al baño con paso rápido, quizá allí no oiga la música tan fuerte.

El tipo del bar me sonríe y yo levanto la mano para saludarlo. Dirijo una rápida mirada a la barra, Billie ya no se encuentra allí.

<<Debe estar en la pista>>

Poso mi mano sobre el picaporte del baño y lo giro bruscamente, ansiosa por alejarme del ruido.

Lo que veo me hace ahogar un pequeño grito y alejarme de la puerta casi corriendo. 

Billie se encuentra con aquella muchacha, besándola, besándola con pasión, no solo con lujuria. Por primera vez en la noche entiendo como Billie se siente al verme con Tré.

Billie levanta la vista y me observa fijamente, de manera indescifrable,mientras que la joven me dirige una mirada furtiva, como riéndose de mí. Los ojos se me inundan de lágrimas y me doy la media vuelta. 

Una vez en mi mesa cojo mi cajilla de cigarrillos. Camino, intentando que nadie me vea llorar, hasta el umbral, el cual atravieso. Una vez fuera del salón enciendo un cigarro. Puedo senitr como mis músculos se relajan, estoy comenzando a calmarme.  Con la manga de la camisa me seco las lágrimas, mientras suelto una gran bocanada de humo.

Me siento como una idiota. Obviamente, Billie no  va a permanecer de brazos cruzados mientras yo me case con Tré, supongo que el también tiene que superarme y seguir adelante, y eso es lo que está comenzando a hacer. Tendría que estar feliz por él, ¿verdad? 

<<¿Verdad?>> me continúo preguntando. La noche ha comenzado a tornarse algo fría, y siento como los escalofríos recorren mi espina. El humo del cigarrillo se eleva hasta el cielo, donde se diluye al llegar a las estrellas.