Capítulo 5

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Billie nos observa algo incómodo y empuja su silla hacia atrás, para poder sentarse. Tré toma el trago y lo deja sobre la mesa, de manera algo brusca. 

—¡Billie!—exclamo, tratando de romper la tensión— Que sorpresa verte aquí.

Sonrío de oreja a oreja y tomo la mano de Tré por abajo de la mesa, buscando distraerlo. 

—Si...—Tré dubita por un momento—Que sorpresa.

—¿Cómo están?— pregunta Billie, por cortesía.

—Ah, estamos de maravilla— dice Tré, pasando su brazo por encima de mi hombro y acercándome a él.

Billie baja la mirada. Los meseros se acercan a nosotros con platos de pasta. Tré no le quita la mirada a Billie de encima. Esto podría acabar muy mal. Espero que la comida lo distraiga lo suficiente.

Bebo algo de vino de mi copa, tragándolo con dificultad. Es amargo. 

Con el tenedor comienzo a pellizcar los ravioles que inundan mi plato, sin demasiada intención de comerlos. El relleno de estos, blancuzco y espeso, comienza a desparramarse en la salsa. 

—Estábamos hablando con Eileen...— comienza Tré, sorprendiendome. Levanto la vista rápidamente y deslizo mi mano izquierda hacia la rodilla de Tré, lista para apretarla si se pasa de la raya—acerca de nuestra boda.

—Oh— Billie asiente lentamente, palideciendo. Deja a un lado el tenedor que estaba a punto de llevarse a la boca y coje su copa, bebiéndo todo su contenido de un trago.

—Es realmente emocionante— con cada palabra que escapa de su boca, la sonrisa de Tré se vuelve más ancha—. Estaba pensando...— se limpia la comisura de los labios con la servilleta de tela—en esa canción que acabas de tocar.

Billie abre los ojos y casi se ahoga con el vino. 

—¡Qué bella canción!— el tono de voz de Tré se vuelve cada vez más y más siniestro—Espero que la toques en nuestra boda.

Apreto la rodilla de Tré con fuerza, sonrojada. Billie ha de odiarme.

Tré continúa hablando, y puedo notar como Billie parece cada vez más sombrío. No quiero verlo así. Estiro la pierna y toco la suya. Levanta la mirada.

<<Lo siento>>modulo.

<<Lo sé>> responde, sin emitir sonido alguno.

Nos observamos fijamente por unos segundos más. Mis deseos de estirar la mano y alcanzar la suya son  sofocantes. Sin embargo, la única mano que tengo cerca es la de Tré, quien me sonríe ampliamente. Sé que está celoso y que él usualmente no es así. Fijo la mirada en el anillo centelleante sobre mi mano y me alegro. Me casaré con él y seremos felices, o al menos eso espero.

—Se ven bien juntos— murmura Billie, débilmente.

Mi sonrisa se desvanece y bajo la mirada hacia mis zapatos de charol. Tré parece enorgullecerse. 

—Tengo que agradecerte, Billie— dice.

Billie parece sorprendido.

—¿Por qué?

—Porque cuando te fuiste finalmente pudimos ser felices— el tono de la voz de Tré es amigable, pero el comentario es realmente de mal gusto.

—¡Tré!— exclamo, al borde de darle un puntapié.

—¿Sonó mal? Oh, Billie, lo siento— dice, alzando una mano.

—No, no lo hagas— su voz suena monótona, como si estuviera ausente— Si me prermiten, tengo que ir al baño. 

Se levanta de la silla y comienza a caminar lentamente hacia el extremo izquierdo del salón.

Llego al baño con los ojos algo aguados. No me siento demasiado bien. Me obsevo en el espejo, parezco un cadáver. Abro el grifo y recojo algo de agua en mis manos. Me mojo la cara.

—¿Qué sucede, hermano?— pregunta una voz detrás mío.

A pesar de que ya sé quien es, levanto la vista y observo su reflejo en el espejo. Mike.

—Tu jodida hermana sucede—respondo, con voz algo temblorosa.

Mike suspira.

—¿Qué hizo esta vez?

Me enderezo y volteo para poder mirarlo a la cara.

—Su jodido prometido se la pasa hablando de la boda, como refregándomelo en la cara. Y ella asiente y sonríe cuanfo hace unos momentos se me estaba tirando encima. Me está jodiendo la mente— sueno como un idiota y lo sé.

Mike sonríe levemente.

—¿No lo entiendes, Billie? Tienes que dejarla atrás.

—El punto es que no puedo hacerlo— murmuro.

—Inténtalo, por ella— suspira—.Desde que te fuiste ha vuelto a la escuela, se ha graduado y ha comenzado a ir a la universidad. Incluso consiguió un buen trabajo, joder—se encoge de hombros— .Sé que sueno como un hijo de puta, pero tendrá un gran futuro con Tré.

Cada palabra se siente como un puñal perforando mi pecho. Los ojos se me inundan de lágrimas, y sé que se encuentran inyectados en sangre. La respiración se me acelera levemente.

Soy una mierda. No importa cuanto la desee, lo único que haré será hacerlo todo más difícil para ella. Soy como un peso que tiene que cargar para siempre.

—No puedo irme, Mike. No se lo he dicho a nadie, pero no tengo nada en Nueva York.

—Entonces quédate...pero ya sabes que hacer—alza su mano y la coloca sobre mi hombro—.Es lo mejor para tí también.

Ambos sabemos que eso es una mentira.

—Déjame ayudarte—propone Mike—.La mejor amiga de Brit esta aquí y por lo que sé, es soltera.

Me encojo de hombros, no creo poder sentir nada por nadie en un largo tiempo.

—Vale— accedo, no muy convencido.

Han pasado un par de horas, y Billie no ha regresado a la mesa desde entonces. 

Alzo la mirada, y lo encuentro hablando con una muchacha de pelo negro cerca de la barra. Al principio pienso que puede llegar a ser algo amistoso, una mera conversación de borrachos, pero entonces ella se le acerca y le susurra algo en el oído.

—Tré, cariño, ya regreso— exclamo, poniéndome de pie bruscamente.

Comienzo a caminar hacia los dos pisando fuerte.

FELIZ CUMPLEAÑOS TRÉ!

Lamento no poder hacer la maratón, pero con la lluvia el internet está muy lento y no creo poder hacerla. Se los compensaré.

Los adoro.

Gracias a MagikarpRubiuh por la portada uwu

Homecoming [Give me Novacaine #2]Where stories live. Discover now