Capítulo 8

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Tré me observa con severidad desde el interior de nuestra casa. Mis nervios aumentan al encontrarme con sus ojos verdes, los cuales se encuentran llenos de dolor.

—Yo…— comienzo, pero soy interrumpida.

—Estabas con Billie, ¿verdad?— su voz suena áspera y llena de resentimiento.

—No, Tré— digo con firmeza, tratando de convencerlo, a pesar de que nunca fui una buena mentirosa.

Sus rojizos ojos, producto de una noche sin sueño no dejan de mirarme. Tomo un paso adelante, tratando de acercarme a él, pero levanta una mano, indicándome que me detenga.

—No te aproximes— masculla—.No puedo creer que me hayas hecho esto.

Se da la media vuelta y comienza a caminar por el comedor, dirigiéndose a la cocina. Aprovecho la oportunidad para ingresar a la casa. El teléfono se encuentra descolgado, rodeado por varias tazas, que sospecho solían estar llenas de café. El olor a encierro invade el lugar, mezclándose con el aroma a licor y a cafeína.

Se detiene frente a la mesa de la cocina. Avanzo hacia su dirección y coloco mi mano sobre su hombro. Sorpresivamente, no me aparta.

—Te amo, Eileen… Lo sabes, ¿verdad? — dice en voz baja, casi un susurro.

El pecho comienza a pesarme y se me dificulta respirar. Tré se voltea y quedamos cara a cara.

—Lo sé— respondo, finalmente—. Yo también te amo.

—A veces lo dudo.

Su vista se dirige furtivamente hacia el anillo en su dedo.

—Lo siento— murmuro  esto al no saber que decir.

—Si en verdad lo sientes, dime la verdad— su voz suena débil, casi al punto de quebrarse— ¿Estuviste anoche con Billie?

Lo medito por un segundo, calculando las probabilidades de que una mentira sea efectiva.  Podría decir que he pasado la noche en lo de Mike, pero por el aspecto del teléfono, es probable que lo haya llamado. Jessica, en otra época, hubiera sido una buena opción, pero no he hablado con ella desde hace años.

—Desperté donde Christian— digo, lo más naturalmente posible.

La principal razón de mi distanciamiento con Jessica, había sido Christian. Luego de que ellos rompieran, mi amistad con Christian nació. Ella había acabado la relación por un ataque de celos sin sentido. Él estaba destrozado, yo diría que al borde de la ruina. Me apiadé de él y salimos un par de veces, sin intenciones románticas. Jessica no pudo soportarlo. Me llamó traidora, mal amiga, hija de puta, cosas de chiquilla. Con los años, Christian llegó a ser mi mejor amigo, puesto que Tré había dejado vacante al comenzar nuestra relación.

— ¿Donde Christian? —Pregunta—¿Cómo terminaste allí?

Suspiro. No ha dicho nada, de modo que no llamó a Christian para ver si yo estaba en su departamento.

—Bueno…dejé a Billie en su hotel, porque estaba realmente jodido— Tré rueda los ojos—. Luego, comencé a sentirme mareada y…no lo recuerdo bien…pero la casa de Christian estaba cerca…

Tré suelta un suspiro y sonríe. Lo imito, pero me encuentro algo tensa. Mi mentira puede desmoronarse fácilmente. Me besa y comienza a decir, entre risas, que le he dado un gran susto.

Me excuso, alegando que tengo trabajo que hacer. Una vez dentro de mi estudio,  comienzo a respirar con dificultad, aliviada, pero no demasiado confiada. Debo llamar a Christian y mantenerlo al tanto de la situación en la que lo he involucrado.

—¿Diga?

—¿Christian? — pregunto, nerviosa.

—¿Eileen? ¿Qué sucede? ¿Están todos bien?

—Sí, sí. No te preocupes…simplemente…como que te involucré en una mentirita piadosa.

—Demonios, ¿qué hiciste ahora?

Luego de una vasta explicación repleta de reproches por su parte, accede a cubrirme la espalda.

—Gracias, Chris, eres el mejor— le digo, con genuina alegría.

—Lo sé, lo sé. Adiós, qué va.

Una vez relajada, y libre de cualquier preocupación, comienzo a trabajar en mi columna. Llevo la mitad terminada, y estoy en el medio de una oración sobre el simbolismo de Fellini, el clamado director de cine, oigo el timbre.

—¡Yo voy! — exclama Tré, y por alguna razón, tengo un mal presentimiento. Me pongo de pie de un salto y sigo a Tré, solo para ver como detrás de la puerta abierta, se encuentra Billie, con el ceño fruncido y el cabello desprolijo.

—Tenemos que hablar— me dice.

Tré nos observa a ambos desconcertado. Mierda, estoy en problemas de nuevo.

Lamento la tardanza, queridísimos lectores, pero me encuentro de vacaciones en una ciudad costera y se me dificulta subir capítulos, debido al hecho de que no tengo disponible internet. Estoy en una cafetería escribiendo y todos me miran con cara rara, pero bueno. 

Con respecto a el interrogante de la semana pasada, la respuesta era, efectivamente, Harry Potter.

Soy fanática desde hace ya cuatro años, y para los que se lo preguntaban, también soy seguidora de Los Juegos del Hambre, pero no de Divergente, no he tenido la oportunidad de leer los libros.

Sin embargo, he decidido no subir esa fic, ya que no tengo todos los detalles completamente trabajados. Debido al hecho de que la mayoría acertó, les dejaré otra cosa para adivinar. Las que hayan adivinado las dos, se llevarán la sorpresa que he mencionado la semana pasada.

Esta es una fic, que decididamente voy a subir, y la tengo escrita ya por la mitad, pero no es de una película, ni de libros, ni de personajes de libros, es de una persona física, existente, vale aclarar.

Pista: Es hombre y formó parte de una banda.

Amor,

Punkn0tdead

Homecoming [Give me Novacaine #2]Where stories live. Discover now