capítulo trece.

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Al entrar a la habitación intenté hacer el menor ruido, pues, pensé que Javadd ya estaría durmiendo, pero no fue así. Apenas di un paso hacia adelante el moreno se sentó en la cama.

Sus ojitos estaban algo hinchados, supuse que era por el cansancio.

- creí que te encontraría dormido. - hablé bajo de igual manera.

- no me pude dormir - hizo un puchero - la cama está muy fria.

- el edredón es muy grueso y calentito, además, la calefacción está encendida, no creo que sufras frío.

Sabía a qué se refería, no era ningún idiota, pero quería escucharlo de su boca. Me acosté pero puse distancia entre los dos, dándole la espalda. Si quería mi calor, debía pedírmelo.

- por favor, alfa. - lloriqueo

- ¿Que? Dime lo que quieres. - me gire a verlo.

El moreno jugo con sus dedos hasta que suspiró y volvió a mirarme a los ojos.

- quiero dormir entre tus brazos.

No pude evitar sonreir.

- pues..

- por favor. - suplicó haciendo que se formará otro puchero en su labio.

- ven aquí, pequeño.

No tardó ni media milésima que ya estaba acurrucandose entre mis brazos, pasó su bracito por mí cintura y me apretó fuerte.

- oye, no te pases. - dije aunque, la verdad, no quería que me soltará.

- lo siento, quería abrazarte, no te vi en todo el día. - susurró

- bueno, tenía cosas que hacer.

- pero me dejaste solo.

- no puedo llevarte a hacer las cosas que no te pertenecen, además ¿No la pasaste bien con Louis y Niall hoy?

- si, lo hice. Son muy buenos. Fueron lindos y amorosos conmigo.

Inconscientemente le di una nalgada, mí alfa gruñó, no quería que vea a otros. Mucho menos que me diga que eran lindos.

- ouch.. ¿Por qué hiciste eso? - sus ojitos se conectaron con los míos.

- no quiero que veas a nadie más de otra manera, Javadd.

- p-pero solo dije que eran...

- y no quiero que vuelvas a decir que son lindos.

- lo siento, alfa.

No respondí, solo lo aprete más a mí cuerpo y cerré mis ojos.
¿En serio sentí celos por dos omegas? Y lo peor es que los dos están emparejados y uno de ellos es mí primo. Estás mal, Liam, estás muy mal. Su mano, que estaba aferrada a mí cintura, subió lentamente hasta mí pecho, comenzó a hacer pequeños círculos en el, aclaró su garganta y luego habló.

- ¿Sabes quién me parece hermoso? - preguntó

- Javadd..

- tu, Alfa. Tu eres el ser más hermoso que mis ojos han tenido la fortuna de poder ver. Eres muy hermoso, Liam.

Sonreí y bese su cabello, su olor era tan embriagador, el olor a la primavera, mezclada con una tarde luego de una hermosa y cálida lluvia, ese olor que se penetra por tus cosas nasales y es tan placentero y a la vez te da tanta paz.

Podría estar aquí toda la noche, hundiendo mí nariz en su piel y no me cansaría de ello.

- Buenas noches, Alfa.

- buenas noches, pequeño.

••••••••••••••••••••••••

Unos golpeteos me hicieron abrir los ojos, los refregue, sentandome en la cama, el lado de Liam estaba frío, pero el sonido de la ducha me hizo saber que aún se encontraba aqui.

- Adelante - grite estirando mis extremidades. Una cabellera castaña se hizo notoria mirándome, verificando algo, para después entrar y prácticamente tirarse de lleno a mí lado de la cama.

- buenos días, Javadd, ¿Como haz estado hoy? ¿Todo bien con Liam? ¿Como te sientes? Tienes su olor impregnado ¿Acaso ustedes dos ya...? - pregunto moviendo sus cejas, eso hizo que me ruborice.

- mierda, no, Lou, no hicimos nada de eso. - solté una risita nerviosa - solo dormí abrazado a el.

- ¿Abrazado a Liam? ¿Y él te lo permitió? - pregunto en voz baja, sorprendido.

- uhm ¿Si?, El me dejó. ¿Que tiene?

- joder, Javadd, si que traes al futuro jefe en tus manos. - codeó mí brazo. - nunca dejó que ningún Omega se quede en su habitación, nunca les permitió usar sus prendas, ni mucho menos los dejaba dormir con el. Eres el primero, amigo.

- yo..

Iba a hablar cuando la puerta del baño se abrió y el castaño estaba tapado solo de la cintura para abajo con una toalla, el ojiazul se levantó rápidamente de la cama.

- buen día, Liam.

- hola, Louis.

- uhmm yo estaba.... Bueno... Quería saber cómo se encontraba Javadd...

- si, está bien, descuida.

- ¿Quieren algo de desayunar?

- ¿Dónde está Harry?

- oh, hazz.. bueno, estaba con tu madre, Liam.

- de acuerdo, iré con el en unos minutos, traele algo para Javadd, yo desayunare luego. Si quieres puedes desayunar aquí con el.

- bien, volveré con nuestro desayuno, Jav - volvió su vista hacia mí.

Hizo un leve movimiento con la cabeza hacia Liam y se fue de la habitación.
El castaño, en cuanto la puerta se cerró, se dirigió al ropero.

- buenos días, Liam. - dije pero no recibí respuesta. Tal vez lo había dicho muy bajo o fue simplemente que no quiso responderme. Aclare mí garganta antes de volver a hablar - Dije Buenos días.

- buenos días, Javadd.

- ¿Que te pasa hoy, eh?

Se giró a verme con el ceño fruncido.

- ¿Perdón?

- si, anoche no te estabas comportando tan frío conmigo.

- yo soy asi.

- ¿Así? Pues yo no tengo porqué aguantar estás estupideces. - me levanté de la cama.

- ¿Con quién te crees que estás hablando, Omega? - me tomo del brazo fuerte. - vuelve a hablarme así y...

- ¿Y que? ¿Vas a matarme? Pues hazlo. ¿Te crees que me importa? - reí.

- Javadd... No me hagas usar la fuerza contigo.

- ¿Crees que me interesan tus amenazas? No sé ni para que me tienes aqui. Si vas a tratarme como una mierda.

- hey, relájate. - volvió a atraerme hacia el pero puse mis manos en su pecho.

- déjame.

- eres muy sensible ¿Sabias?

- pudrete.

- no tienes permitido habalrme de esa manera, pequeño.

- tu no tienes poder sobre mi. - me enfrente aunque mí Omega estába chillando por el miedo que le ocasionaba enojar a nuestro alfa.

- mmm, te equivocas, bebé.

Se acercó peligrosamente hacia mí, su nariz rozaba con la mía, su respiración se mezclaba con mí respiración.
Sus ojos se posaron en mí labios mientras relamió los suyos.
Cerré mis ojos, estaba por pasar, estaba por probar sus labios. Los tenía tan cerca, tan...





I'm yours, Alfa. (Ziam) Where stories live. Discover now